Tentáculos para andar el Camino

Tras dos años de gestación, un logotipo diseñado para promocionar el pulpo de Melide toma por fin vida para protagonizar una web serie de ocho capítulos, a través de la cual se muestran todas las etapas gallegas del Camino Francés. El proyecto, producido por Jordi Santos, ya se emite en diferentes redes sociales.
Jordi Santos con Pulpigrino, a su salida desde O Cebreiro.
photo_camera Jordi Santos con Pulpigrino, a su salida desde O Cebreiro.

Bordón, sombrero de ala ancha, zurrón para la comida y calabaza para el agua. La imagen de Pulpigrino no distaría de la de ningún otro peregrino tradicional si no fuese porque debajo de su capa -en la que por supuesto no falta la esclavina ni la famosa concha de vieira colgando- se esconden ochos sabrosos tentáculos, que esta simpática mascota invita a degustar siempre y cuando no sean los suyos.

"Es que a Pulpigrino no le gusta que lo quieran comer, pero no le importa que lo hagan con sus congéneres, sabedor de que su especie es una de las atracciones gastronómicas del Camino de Santiago", explica Jordi Santos, el amigo más íntimo de esta peculiar mascota.

Este polifacético e inquieto artista lucense -nacido en el barrio de A Piringalla y que actualmente trabaja como agente de pasaje en el aeropuerto londinense de Heathrow- fue el encargado de dar vida al logotipo que, hace algo más de dos años, creó la concejalía de promoción económica de Melide -dirigida por aquel entonces por Santos López Novo- para promocionar la localidad como la capital gallega del pulpo en el Camino.

El objetivo del proyecto era mostrar al mundo las bondades de las etapas gallegas de la ruta jacobea, pero desde la perspectiva y los ojos de un pulpo. Nació así una web serie de ocho capítulos, en la que Jordi Santos, junto con su inseparable Pulpigrino, recorre el Camino desde O Cebreiro a Santiago para mostrar no solo los atractivos de la ruta, sino también para interactuar con todos los peregrinos, de todas las nacionalidades, que se van encontrando a su paso.

"El primer paso fue transformar aquel primer logotipo plano en un simpático muñeco de tres dimensiones", recuerda Jordi Santos. Para lograrlo personalizaron una fofucha. Se trata de un tipo de muñecos originarios de Brasil que se realizan básicamente con goma eva (también llamado foamy) y bolas de porexpan de diferentes diámetros.

Con el atractivo muñeco ya en su poder, los promotores del proyecto comenzaron a grabar las primeras imágenes, con la idea muy clara de que se trataría de una serie "low cost", lo que hizo que la inversión del proyecto fuese "prácticamente ridícula".

Jordi Santos aprovechó su experiencia al frente de Cool Films para asumir el reto. Guionizó los episodios y, sin dudarlo, en el verano de 2014 se lanzó a grabar.

"Una vez que empezamos, me tuve que ir a Londres por razones profesionales y esto nos retrasó un poco, aunque seguimos con el proyecto hasta lograr completarlo y poder estrenar el primer capítulo hace solo unas pocas semanas", afirma el productor lucense.

Al tiempo que se grababan las primeras escenas, Pulpigrino fue cogiendo cada vez más fama en redes sociales, aunque lo que realmente sorprendió a Jordi Santos fue "el cariño con el que nos acogieron todos los peregrinos con los que nos encontramos".

"Todo el mundo se paraba a hablar con Pulpigrino, le pedían consejos, se querían hacer fotos con él o le pedían que les explicase cosas relacionadas con el Camino. Realmente fue una experiencia inolvidable, que además nos sirvió para transmitir de forma muy real todo el buen ambiente, la camaradería y la magia que envuelve el Camino".

La grabación de los ocho episodios que componen esta serie se realizó en diferentes épocas del año, "porque el Camino se puede hacer en cualquier estación y queríamos plasmar como esos cambios hacen variar los paisajes y la luz de las localidades por las que atraviesa la ruta".

 "Todo el mundo se paraba a hablar con Pulpigrino, se querían hacer fotos con él o le pedían consejos sobre la ruta", explica Jordi Santos

Otro de los retos que se marcó Jordi Santos al concebir este proyecto fue el de hacer episodios independientes, "aunque todos ellos tengan el Camino como nexo común". Para conseguirlo, cada episodio se realizó con técnicas de filmación diferentes, al tiempo que las temáticas de cada capítulo varían de uno a otro. "En algunos casos, damos prioridad a los testimonios de peregrinos; en otros, quienes nos cuentan sus experiencias son personas de la zona que explican la influencia que tiene la ruta jacobea en sus quehaceres diarios", afirma Jordi Santos, quien incide en el hecho de que lo que pretendieron hacer "es dar una visión lo más completa posible de la ruta jacobea, desde todas las perspectivas posibles, porque el Camino no es una solo una ruta espiritual, sino que para muchos otros es deportiva, gastronómica o paisajística. Cada uno se lo plantea como quiere, pero todos se ven atrapados por su magia".

Con esa filosofía de hacer el trabajo al menor coste posible, Jordi Santos realizó los diferentes episodios de la serie, que tienen una duración de entre nueve y doce minutos cada uno, acompañado únicamente del cámara Bruno Máez. Solamente hubo una excepción, "la del capítulo correspondiente a Triacastela, que se grabó con dos cámaras operadas por Luis Noriega y Marcos Martínez".

VIERNES. La serie Pulpigrino ya se ha empezado a emitir. Cada viernes se cuelga un nuevo capítulo, que se puede ver en el canal de Youtube, aunque también cuenta con enlaces en Facebook, Twitter o a través de la página web www.pulpigrino.com.

Ya están disponibles los capítulos correspondientes a O Cebreiro, Triacastela, Sarria y Portomarín y, de momento, Jordi Santos se muestra muy satisfecho con la acogida que está teniendo la serie entre los internautas. "El capítulo de O Cebreiro, que fue el primero en colgarse en la red, ya supera las 1.000 visitas".

En internet ya se pueden ver los capítulos correspondientes a O Cebreiro, Triacastela, Sarria y Portomarín

Tras el éxito de esta primera experiencia, el productor lucense no oculta sus deseos de trasladar este proyecto a las demás variantes jacobeas que atraviesan Galicia. "Pienso que se podría hacer lo mismo con el Camino Norte o el Primitivo, porque en cualquiera de estas rutas Melide tiene también un importante peso específico y esto redundaría también en su propio beneficio".

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