"Tengo lealtad absoluta a doña Letizia, mi silencio no tiene precio"

Sonsoles Ónega, periodista y autora de 'Mil besos prohibidos', es una de las caras más reconocidas de Telecinco e íntima amiga de la reina Letizia. Ha arrancado el verano con más fuerza que nunca: ha publicado su quinta novela y se ha estrenado como presentadora de un reality.
La periodista Sonsoles Ónega
photo_camera La periodista Sonsoles Ónega. CARLOS RUÍZ

Sonsoles Ónega  ha dado un vuelco a su vida y a su carrera. Pasó de ser reportera a presentar informativos, luego un magazine y este verano ha conducido en Telecinco el reality 'La casa fuerte'. Por si fuera poco, ha publicado, 'Mil besos prohibidos', una novela romántica con luchas internas.

Si le pongo un cheque en blanco sobre la mesa, ¿cuánto costaría romper su silencio sobre su amiga la reina Letizia?
No hay dinero que pueda pagar eso. Es un compromiso personal de lealtad absoluta, no existe esa posibilidad.

En varias ocasiones ha comentado que habría que escuchar más a la Reina para saber cómo piensa, ¿cree que en España doña Letizia es una incomprendida? Una incomprendida no lo sé, pero una gran desconocida sí. En parte porque los titulares los ocupa su aspecto y no su pensamiento. En sus discursos está lo que piensa de la vida, sus preocupaciones y lo que quiere que sea su papel público institucional; y son causas con las que todos podemos estar de acuerdo. Temas como la educación, la visibilización de enfermedades raras, que si no fuera por ella no conoceríamos.

¿Cómo es la sensación de tener un padre periodista?
Como tener el comodín de la llamada 24 horas. Para mí es un maestro, un referente. Casi te diría que es un colega más con el que hablo mucho, con el que discuto y contrasto opiniones personales y profesionales.

En cuanto al trabajo, ¿hay algo que le dijera su padre que le marcara?
Él entiende que son oportunidades, incluso cuando empecé con 'La casa fuerte' no me dijo nada. Al principio, alguna vez comentó que gesticulaba demasiado o algo así; pero no se mete mucho, es muy de Lugo, no es muy expresivo ni en los elogios ni en las críticas.

Denomina Mosteiro como "fonda de soños". ¿A qué se debe?
Siempre que vamos nos sentamos en un banco de piedra frente a una casa vacía e imaginamos que tenemos habitaciones para los niños, que tenemos un sitio con una mesa para hablar... Lo demás lo pone el paisaje. Tampoco necesitaríamos mucho más, pero por unas cosas o por otras se va retrasando.

¿Se plantea un viaje a Mosteiro este año?
Veremos si tenemos un ratito para ir. El último viaje fue en noviembre, luego ya vinieron las Navidades y en marzo se cerró el país. Siempre es un destino que está previsto, no sé cuando, pero claro que voy a volver.

¿Cuánto tiempo le ha llevado documentar y escribir 'Mil besos prohibidos'?
Mis libros han salido con una frecuencia de tres años. Es una labor lenta, que requiere leer mucho previamente. Por ejemplo, aunque solo pongas una frase de contexto histórico, necesitas haber leído un libro entero. No solo es sentarte a escribir, sino generar el clima de la novela, tallar bien los personajes y hallar su acento.

Para documentar la novela tuvo que hablar bastante con un sacerdote, ¿cómo fue el trabajo de investigación? ¿Ha sido difícil reflejar sus reacciones en la novela? En 'Mil besos prohibidos' el texto es en el que yo vivo y eso no me ha costado mucho. Quizá lo que más me costó fue calzarme los zapatos del padre Mauro. Han sido horas de conversación con otro sacerdote. Intenté que el padre Mauro sea un personaje respetuoso con su entorno (la Iglesia), con sus sentimientos y que sea verosímil. Intenté quitarme todos los prejuicios y traté de documentarme con cierta virginidad intelectual y no impregnarlo sobre lo que yo puedo pensar. Pero eso, al final, lo decidirán los lectores.

He estado de reportera mucho tiempo y ha sido algo maravilloso, la calle siempre te sorprende

De informativos hacia un reality, pasando por un magazine, ¿qué destacaría de cada experiencia?
Cada una de ellas me ha enriquecido. Donde más tiempo estuve fue en la calle, como reportera, y ha sido una experiencia maravillosa, la calle siempre te sorprende. El paso al magazine fue la oportunidad de explorar una parcela de la comunicación que desconocía, también es una experiencia excitante escuchar los testimonios al otro lado de la pantalla. El reality 'La casa fuerte' ha supuesto la ocasión perfecta para tantear un formato nuevo y en una cadena como es Mediaset que sabe tanto de entretenimiento. Soy un poco camaleónica.

¿Por qué decidió cambiar de informativos hacia algo más controvertido como 'La casa fuerte'? ¿Tuvo que ver algo Mediaset en esta decisión? ¿Se sintió apoyada? Por supuesto, Mediaset tuvo todo que ver, esta oportunidad me la han dado mis jefes, y así lo he entendido, como una situación que no se puede desaprovechar. Lo único que pregunté fue si estaban seguros de verme ahí, y adelante. Me sentí apoyada por el equipo del programa, todos tocamos un instrumento que tiene que estar bien afinado.

¿Como se vive un reality desde dentro?
Yo veo lo que ve el espectador. Durante toda la semana sigo los resúmenes y ese es el contenido con el que trabajo. En mi experiencia no hay contenidos ocultos que no se compartan con la audiencia del programa.

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