Serena Williams ha caído en una fatal tentacón que le ha dejado fuera de juego durante algunas horas después de derrotar a la alemana Anna-Lena Friedsam en la segunda ronda del Abierto de Roma.
La tenista estadounidense se preparaba para pasar una apacible tarde en le hotel junto a su perro Chip cuando pidió un menú especial para cánidos que ofrecía el servicio de habitaciones a un precio prohibitivo.
Al parecer, el plato, consistente en arroz y salmón tenía un aspecto bastante apetecible, así que Serena se decidió a probarlo.
Tan solo tomó "una cucharada", pero sólo eso fue suficiente como para provocar una descomposición estomacal que obligó a la tenista a pasarse el resto del día en el baño.
El incidente trascendió ya que ella misma colgó su experiencia en un vídeo en Snapchat. No obstante, aprendió la lección y decidió hacer constar en la hoja de este menú canino que la comida ofrecida no es apta para el consumo humano, con el fin de que los próximos huéspedes no tengan la misma idea que ella.
