El ser humano ha llevado el clima a su periodo más cálido en 2.000 años

El nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático revela que la temperatura global habrá aumentado 2,7 grados a finales de siglo con respecto a la media de la era preindustrial si se mantiene el ritmo actual de emisiones ► Eso también conllevaría más sequías, inundaciones y olas de calor
Una estudiante en una protesta en Australia, con el lema 'El mundo está en nuestras manos'. ARCHIVO
photo_camera Una estudiante en una protesta en Australia, con el lema 'El mundo está en nuestras manos'. ARCHIVO

El ser humano ha tenido un rol "innegable" en el calentamiento de la atmósfera, el océano y el suelo, según se concluye en un nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que advierte de que la subida de temperaturas no tiene parangón en los últimos 2.000 años.

El trabajo, obra de la principal institución que estudia el cambio climático y que aprovecha mejoras en la investigación paleoclimática, muestra que el aumento de temperaturas actual es comparable al del que hasta ahora se considera el periodo más cálido de los últimos 100.000 años, ocurrido hace 6.500, el llamado máximo climático del Holoceno.

En los dos últimos milenios la gráfica muestra una temperatura media global estable en los primeros mil años, donde se produjo el óptimo cálido medieval, para descender progresivamente en el inicio del segundo milenio (con la llamada Pequeña Edad del Hielo) y volver a subir dramáticamente desde mediados del XIX. Los expertos del IPCC calculan que la temperatura global es 1,1 grados más alta ahora que en la era preindustrial (1850-1900), y que la actividad humana ha causado la mayoría de esa subida (los científicos calculan el "factor humano" en 1,07 grados).

Los actuales cambios en el clima "no tienen precedentes" en los últimos siglos e incluso milenios

El informe considera probable que la actividad humana también haya favorecido cambios en las precipitaciones desde mediados del siglo pasado, así como en la mayor salinidad de las aguas del océano o la reducción de los glaciares.

Los actuales cambios en el clima "no tienen precedentes" en los últimos siglos e incluso milenios, aseguran los científicos autores del informe. Por ejemplo, según los expertos del IPCC, la actual concentración en la atmósfera de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, supera las 410 partículas por millón, la mayor tasa de los últimos dos millones de años.

El nivel del mar ha subido como media unos 20 centímetros entre 1901 y 2018, pero si anualmente se elevaba unos 1,3 milímetros en las siete primeras décadas del pasado siglo, ahora lo hace unos 3,7 milímetros, advierte el informe, en el que se señala que el océano ha sufrido en el último siglo su mayor calentamiento en 3.000 años.

En la pasada década, el área de hielo en el Ártico alcanzó su nivel más bajo desde al menos 1850, subraya el documento, que vaticina que antes de 2050 ese océano quedará prácticamente sin hielo marino en al menos uno de sus veranos boreales.

El escenario más pesimista, con un aumento de las emisiones, apunta que la temperatura podría haberse elevado hasta 4 grados en 2100

De cara al futuro, si se mantiene el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, los expertos prevén que la temperatura global aumentará 2,7 grados a finales de siglo con respecto a la media de la era preindustrial (1850-1900). Este aumento, que conllevaría también mayores eventos climáticos extremos tales como sequías, inundaciones y olas de calor, estaría lejos del objetivo de menos de 2 grados fijado por el Acuerdo de París, que recomendaba limitar esa subida a 1,5 grados centígrados.

El nuevo informe del IPCC considera cinco escenarios, dependiendo del nivel de emisiones que se alcance. Mantener la actual situación, en la que la temperatura global es como media 1,1 grados más alta que en el periodo preindustrial, no sería suficiente: los científicos prevén que con ello se alcanzaría un alza de 1,5 grados en 2040, de 2 grados en 2060 y de 2,7 en 2100.

En el escenario más pesimista, en el que las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero se doblaran a mediados de siglo, el aumento podía alcanzar niveles catastróficos de alrededor de 4 grados en 2100.

Cada grado de aumento podría suponer un 7% más de precipitaciones en el mundo, por lo que podría conllevar un aumento de tormentas, inundaciones y otros desastres naturales, advierte el IPCC. Las olas de calor extremo, que en época preindustrial ocurrían aproximadamente una vez por década y actualmente ocurren 2,3 veces, podrían multiplicarse hasta 9,4 veces por década (casi una por año) en un escenario con 4 grados más de temperatura.

Por el contrario, en la hipótesis más óptima considerada por el informe, aquella en la que se alcance neutralidad de carbono (emisiones netas cero) a mitad de siglo, el aumento de temperatura sería de 1,5 grados en 2040, 1,6 grados en 2060 e incluso bajaría a 1,4 grados a final de siglo.

El estudio, elaborado por 234 autores de 66 países, reconoce que la reducción de emisiones no tendría efectos discernibles en la temperatura global hasta pasadas unas dos décadas, aunque los beneficios en la contaminación atmosférica se notarían antes, en cuestión de pocos años.

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