En Kenitra, Rabat, una mujer es juzgada por casarse con su novio fallecido para cobrar su herencia.
La mujer se presentó en el funeral de su novio, con la intención de hacerse pasar por su viuda y convencer a la familia de que el matrimonio había tenido lugar días antes de la defunción.
El juez la acusa de “falsificación de documentos oficiales”, confirmando así el alegato de la denuncia interpuesta por el propio hermano del fallecido. Mientras, se sigue buscando al cómplice que se hizo pasar por el muerto para formalizar dicho matrimonio.
A su vez, la mujer alegó que los notarios musulmanes erraron a la hora de escribir la fecha del documento puesta, supuestamente, dos días después de que se produjese el fallecimiento. Los notarios avisaron a la Fiscalía cuando la acusada fue a cambiar la fecha, debido a las sospechas que generó.