Los bajos niveles de serotonina y dopamina en sangre pueden estar vinculados a trastornos de atención e hiperactividad en perros, según un estudio realizado por investigadores de la USC y la fundación Rof Codina.
El estudio, firmado por Ángela González Martínez, Susana Muñiz de Miguel y el profesor Francisco Javier Diéguez, relaciona los trastornos de hiperactividad, falta de atención, agresividad e incluso impulsividad que presentan algunos perros con los bajos niveles de esas sustancia y corrobora que este tipo de problemas de comportamiento advertidos en las mascotas caninas guardan una estrecha relación con trastornos de desarrollo neurológicos advertidos en humanos, como pode ser el TDAH, que afecta principalmente a niños y adolescentes y que puede implicar una merma de habilidades e incluso cierto estigma social.
La USC dice que es una investigación pionera que puede permitir cubrir la falta de estudios respecto a las causas de ese tipo de conductas inapropiadas en animales, que presentan una sintomatología semejante a la de las personas afectadas por TDAH.
El estudio, publicado en la revista científica Animals, incluyó análisis de sangre a casi sesenta perros con signos de hiperactividad.