¿Por qué es importante conocer tu solvencia a la hora de solicitar un crédito?

A la hora de solicitar un crédito, una persona siempre debe preocuparse por cumplir con una serie de requisitos. Los bancos y financieras no "regalan dinero", siempre se aseguran de que los clientes que acuden en busca de créditos o préstamos podrán devolver el importe solicitado, con los intereses y/o comisiones adicionales que pueda haber. Por eso mismo es por lo que resulta especialmente interesante tener clara la solvencia económica de uno mismo antes de dar este paso.

Ese es tan solo uno de los motivos, pero hay muchos más. Para empezar, no acabar acudiendo a una solución que sea peor que el problema. No han sido pocos los casos de personas que, tras pedir un crédito, se han topado con la incapacidad de abonar las mensualidades correspondientes, amontonando una deuda que, sumada a los recargos por prorrogaciones y los impagos, han acabado desembocando en una situación especialmente difícil.

Informes de solvencia: la clave para ahorrarte problemas... y dinero

Una herramienta de lo más habitual para comprobar si alguien puede o no afrontar un crédito, sus plazos y sus cuotas, son los informes de solvencia. En realidad, son una herramienta de lo más habitual para las financieras, ya que es la que emplean para analizar la situación financiera de un cliente y valorar si, en efecto, puede afrontar o no las condiciones del producto que está solicitando. Es una vía que ayuda a las dos partes: al negocio, que no pierde dinero y no tiene problemas; al cliente, porque sabe de primeras si realmente puede pagar lo que busca.

Y esta herramienta es, básicamente, una base de datos en la que se recogen detalles sobre personas tanto físicas como jurídicas. Las entidades financieras y bancarias tienen acceso a esta, ya que es lo que les sirve para evaluar la capacidad de satisfacción de una deuda de sus clientes. En ocasiones, estos informes van directamente ligados a los registros o ficheros de morosos, como ASNEF. La mera presencia en estos puede suponer la negativa automática ante muchos tipos de créditos y/o préstamos, tanto de financieras como de bancos.

A su vez, los clientes también pueden consultar los informes de solvencia para ver si figuran como morosos o no a ojos de las empresas. Es algo que se puede solicitar a empresas especializadas, previo pago por los servicios correspondientes. Afortunadamente, su precio de partida suele ser de unos 20 euros, elevándose en función de los datos concretos o complicados que se quieran obtener, o de si se quieren abarcar más o menos ficheros con información, expedir documentos y un largo etcétera de opciones.

No obstante, aunque es muy imrportante tenerlo en cuenta y, sobre todo, analizar nuestra solvencia en caso de muchas solicitudes denegadas a diferentas empresas,esto no es lo único que bancos y prestamistas tienen en cuenta al valorar la solicitud de crédito de un cliente. Cada petición es todo un mundo de variables en la que entran en juego factores tanto de la propia empresa como del cliente, y todas ellas se dan la mano para acabar formulando una respuesta y un producto que debe responder a las exigencias de la empresa y las necesidades del consumidor.

¿Qué más valoran los bancos y financieras al conceder un crédito?

Lo primero y más importante es el grado de endeudamiento y la solvencia de la persona solicitante, cosa que ya hemos abordado al tratar estos informes que mencionamos. Aparte de esto, otro punto importante que analizan las entidades prestamistas es la estabilidad laboral del cliente. Si este no tiene una corriente de ingresos continua y constante, es más probable que haya meses en los que pueda haber lugar para algún impago, y eso es lo último que quieren estas empresas. No hay que olvidar que, a fin de cuentas, el suyo es un negocio.

Por eso, siempre valoran mucho más a quienes tienen un contrato indefinido que uno temporal o por obra. Amén de esto, también tienen muy en cuenta la capacidad de ahorro del futuro titular del préstamo, aunque esto se traslada mucho más al campo de los créditos hipotecarios. Para ello, analizan el patrimonio del solicitante, para lo que pueden pedir documentación como nóminas, declaraciones de la renta y demás.

Además de esto, valoran también la vinculación entre empresa y cliente, siempre se da prioridad a los que ya han sido o son clientes de antes, al igual que la finalidad del préstamo. Este último factor no es tan relevante, pero también es algo que tienen en cuenta a la hora de hacer una valoración ante la concesión del dinero.

Todo esto es lo que sopesan financieras y bancos antes de conceder o no un crédito. Como ya hemos adelantado, lo habitual es que exijan documentos como las últimas nóminas, la última declaración de la Renta, escrituras de algunas propiedades que se tengan o incluso los datos de la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE).