PSdeG denuncia la retirada de las unidades móviles de detención de cáncer de mama

El PSdeG ha registrado en el Parlamento diversas iniciativas en las que denuncia que la Xunta va a suprimir las unidades móviles del programa gallego de detección precoz de cáncer de mama, "alegando más dificultades económicas y austeridad". La diputada socialista Carmen Acuña presentó las iniciativas después de que la titular de Sanidade, Pilar Farjas, anunciase la supresión de este servicio en el pasado pleno de la Cámara.

Así las cosas, la formación acusó al presidente del Gobierno autonómico de aplicar "restricciones y recortes" en lo referente a la salud de las mujeres. Acuña insistió en que, con la supresión de las unidades móviles, la Xunta "está ahorrando a expensas de la salud de las mujeres del rural" y denunció que la medida implicaría un aumento de las listas de espera para mamografías, "que ya están disparadas".

Por ello, el PSdeG registró en la Cámara una serie de preguntas en las que insta al Ejecutivo gallego a explicar cuándo y cómo pretende suprimir las unidades, y si se suprimirán las cuatro que estaban en funcionamiento en la comunidad. Los socialistas también quieren saber cómo se realizarán los controles tras la paralización del servicio y si las mujeres tendrán que desplazarse de nuevo a los hospitales próximos para hacer la prueba.

El partido pregunta además cuánto pretende ahorrar la Consellería de Sanidade con la medida y cuánto y qué tipo de personal perderá su trabajo con la eliminación de la prestación.

Respuesta del Sergas
El Servizo Galego de Saúde replicó a los socialistas reiterando la intención de la Consellería de Sanidade de crear siete nuevas unidades de cáncer de mama en los hospitales comarcales durante 2010.

Ya en el mes de febrero, Pilar Farjas anunció que las unidades móviles serían sustituidas por otras ubicadas en los siete hospitales comarcales de la comunidad, que ya cuentan con mamógrafos. Éstas se unirán a las nueve fijas que existen en la comunidad.

El objetivo es evitar ''carencias'' como la falta de salas de espera, la falta de intimidad de las mujeres o el coste de mantenimiento del equipamiento. Otras ''dificultades'' para el mantenimiento de estas unidades son el ''coste de mantenimiento'', la imposibilidad de trabajar en red y los impedimentos para gestionar los recursos humanos y desarrollar la tecnología digital.

Además, según el Sergas, las instalaciones móviles están ''a punto de completar su vida útil'', al llevar en funcionamiento entre 14 y 16 años.

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