Cinco preguntas clave sobre el caso de Manel Monteagudo

¿Existió el accidente? ¿Cómo pudo casarse y tener hijos? Descubre a continuación los interrogantes que guarda la historia del hombre que despertó –o no– tras 35 años en coma
Monteagudo en la presentación del libro. RAFA FARIÑA
photo_camera Monteagudo en la presentación del libro. RAFA FARIÑA

Manel Monteagudo, nacido en el pequeño lugar de Cando, en Outes (A Coruña), ha decidido contar la que él defiende que es su historia, un coma que duró 35 años (de los 22 a los 58) y del que despertó en 2014, estado que avala su mujer, Conchi, con la que asegura que tuvo dos hijas en ese período. 

En su relato, tan ampliamente difundido en los medios de comunicación como cuestionado en las redes sociales, son numerosas las preguntas que surgen, a algunas de ellas pretende darles respuesta públicamente y a otras pidiendo que no se reproduzcan por respeto, dice, a la que es su mujer.

Así las cosas, por lo que explica y por lo que no, son numerosas las dudas que asaltan al que escucha y al que lee, a los periódicos, radios y televisiones que se han hecho eco de esta noticia desde el inicio del verano, aunque ahora de manera más intensa. 

La ley de protección de datos impide acceder a su historia clínica, que él tampoco está obligado a entregar, por lo que la aventura de su vida tras un incidente en un barco en Irak sólo puede ser apoyada por sus parientes, amigos de la infancia y por el círculo literario en el que se mueve. Todas esas fuentes no dudan de él.

¿Existió el accidente de este electricista naval?

Nadie lo pone en entredicho. En la aldea en la que nació todos recuerdan esa historia. También en Noia, donde fijaron la residencia sus padres. Y saben que Manel tenía en aquel entonces una novia que se llamaba Conchi. Su nombre real es José Manuel Blanco Castro pero eligió como apodo artístico el de Manel Monteagudo.

¿Cómo pudo casarse? ¿Y tener hijos?

A Xoán Mariño, presidente de la asociación cultural Terra de Outes, y autor de una de las primeras entrevistas, le habló de un "estado vegetativo con breves momentos de lucidez", antes de recaer sucesivamente en un estado comatoso.

Manel comenta que Conchi se ocupó del matrimonio por lo mal vista que estaba en la época una convivencia sin papeles y porque, pese a contar con 19 años, estaba dispuesta a cuidar de él.

Sobre la descendencia, aporta una versión, que ruega no divulgar por las repercusiones que pueda tener. Lo pide encarecidamente pensando en su mujer. Así lo explica.

¿Simplifica equivocadamente el nombre de su enfermedad o la confunde al hablar de coma?

No es posible saber exactamente el estado en el que se encontraba. Él lo contó cuando quiso. El director de la editorial Galaxia, Francisco Castro, fue uno de los primeros en saberlo. Manel es un habitual entre el gremio en Vigo. Y lo mismo ocurre con la comarca coruñesa del Barbanza, donde está su origen y en la que ha presentado varios de sus poemarios.

¿Las secuelas son reales?

Él habla de las que son motoras, como bajar la cabeza durante mucho tiempo o soportar peso. Y afirma que tuvo que volver a caminar, hablar y aprender a ir, sin ayuda, al baño. Que necesitó ayuda psicológica y psiquiátrica es un dato que también facilita.