Obama, Nobel de la Paz

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Se buscaba a un mediador o un activista que pelease por los derechos humanos, comprometido con un conflicto de los muchos que a día de hoy se están librando. El motivo: el Comité Noruego de los Premios Nobel debía entregar el galardón correspondiente a la categoría de la Paz en el 2009 en un intento de destacar el calado internacional y volver a los orígenes, a la concepción que de él tuvo el que fue su creador: Alfred Nobel.

Y el elegido ha sido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Pese a que lleva menos de un año acomodado en la Casa Blanca, su mensaje de cambio ha calado. El llamamiento el pasado abril a un mundo libre de armas nucleares durante un discurso público y el acuerdo con Rusia para iniciar la destrucción de armamento de estas características, junto a la reciente intervención en un Consejo de Seguridad de la ONU sobre desarme han catapultado su candidatura, pese a que no sonaba con fuerza en las quinielas.

''Por estimular el desarme nuclear y por sus extraordinarios esfuerzos en favor de la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos''. Así llega desde Noruega la justificación del Nobel para el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, que sucede en el palmarés al ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, galardonado en 2008 por su labor como mediador internacional.

Se ha impuesto a la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, activistas chinos y rusos y la Coalición contra las Bombas de Racimo (CMC) en el fallo que se ha dado en Oslo. En las quinielas previas aparecían bien situados disidentes chinos como Hu Jia, Gao Zhiseng y la uigur Rebiya Kadeer, mientras que la abogada chechena Lidia Yusúpova, el activista Serguéi Kovaliov y la organización de derechos humanos Memorial destacaban entre los rusos.

''Sorprendido y honrado''
La reacción del presidente de EEUU no se hizo esperar. Así, Obama dijo sentirse ''sorprendido y honrado'' por la concesión del premio Nobel de la Paz a su persona. En una intervención en la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama aseguró que acepta el premio como ''un llamamiento a la acción'' para resolver los problemas mundiales, entre los que enumeró la lucha contra el cambio climático o el conflicto israelo-palestino.

Según aseguró, no percibe el galardón como ''un reconocimiento'' a sus ''propios logros'', sino a las metas que se ha fijado para el mundo. ''No tengo la impresión de que merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este premio'', reconoció el presidente estadounidense.

Obama llegó a la Casa Blanca con la promesa de comenzar una nueva etapa de cooperación con la comunidad internacional después de las tensiones vividas durante el mandato de su predecesor, George W. Bush.

El presidente prometió el cierre de la prisión de Guantánamo para el próximo enero, propuso un mundo sin armas nucleares, ofreció la apertura de un diálogo al mundo musulmán y se comprometió a implicarse personalmente en el logro de la paz en Oriente Medio, aunque hasta el momento no ha conseguido cerrar ninguno de estos objetivos. Se trata de la tercera vez que recibe el Nobel de la Paz un presidente de Estados Unidos en activo, después de Theodore Roosevelt (1906) y de Woodrow Wilson (1919).

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