Nueve clubes de lectura en Secundaria reciben subvenciones oficiales

Siete institutos y las escuelas de idiomas de Ribadeo y Viveiro disponen de fondos para fomentar estos recursos entre su alumnado. Castellano, gallego, inglés e italiano son los idiomas en los que se celebran las reuniones, en algunos casos con la presencia de docentes
Reunión de la sección de inglés en la Escuela de Idiomas de Viveiro
photo_camera Reunión de la sección de inglés en la Escuela de Idiomas de Viveiro

Siete institutos de la comarca y las dos escuelas de idiomas que funcionan en Viveiro y Ribadeo cuentan en este curso escolar con clubes de lectura, una iniciativa subvencionada por la Consellería de Cultura e Educación, con la que buscan dinamizar la lectura, tanto en los jóvenes como en adultos, además de ser un complemento ideal a las clases y a la mejora de las diversas lenguas. Gallego, castellano, inglés o italiano son los idiomas en los que se desarrollan estas reuniones en torno siempre a un libro, aunque en buena parte de ellos las letras se acompañan con algún dulce y café, en el caso de los adultos, y con otras actividades complementarias en el caso de los menores.

Una buena combinación de ambas es la que desarrollan en el IES Foz, donde al gusto por la lectura suman la inmensa suerte de que el departamento de Hostelería les prepara galletas alusivas al libro que comentan, gracias a la buena mano de Olga Fraga. En total, son tres los clubes que funcionan en el centro en secundaria. "La verdad es que son muy buenos lectores y están muy motivados; de hecho, nadie abandonó el grupo", asevera la coordinadora, Aimée Guyot.

En ocasiones, tienen la opción de contactar con el escritor, como sucedió en el mes de marzo con Santiago Jaureguizar, una actividad a la que se sumó un concurso sobre la obra y al que se añade otro que tienen en el instituto para premiar a la clase más lectora.

Los dulces tampoco faltan en las reuniones de la escuela de idiomas de Viveiro, tanto en su sección de inglés como en italiano. De esta última, se encarga Carmen Fernández Vilar, que coordina un grupo de unas catorce personas, todas adultas, que leen un libro, siempre narrativa actual cada mes y medio, que suele complementarse con el visionado de la película. "Son alumnos muy agradecidos, que vienen a italiano porque quieren, y la verdad es que están muy motivados", asegura.

Con ‘cupcakes’ sobre la mesa celebraron su última reunión del club de lectura los estudiantes de la sección de inglés, ubicada en el IES Monte Castelo burelés, con un nivel intermedio con seis personas y el doble para los de nivel más avanzado. Una vez al mes, los alumnos se reúnen para comentar la obra escogida, siempre en versión original y en la mayoría de las ocasiones obras de autores actuales, aunque en este curso también han leído clásicos, como el ‘Cuento de Navidad’ de Dickens.


CARTAS
. La escuela de idiomas de Ribadeo también cuenta con un club de lectura en italiano, que lleva funcionando desde 2009. En una actualidad, son una docena los alumnos participantes, de diversos niveles, que leen una importante media de ocho libros siempre en versión original, que completan con la proyección de la película. Su responsable, Paloma Galán, explica que escogen un tema de trabajo y este curso es la emigración. Este año incluso organizó un certamen de cartas tomando como base algunas de las originales enviadas por emigrados a América. Otra de las novedosas actividades que organizan es un intercambio con la club de lectura de la biblioteca de Castropol, que leen la misma en español, y que después ponen en común en una jornada de convivencia.

Los intercambios también se dan entre centros de la comarca, como el que realizarán los estudiantes pontenoveses del IES Enrique Muruais con los vivarienses del María Sarmiento, que expondrán sus puntos de vista sobre un poemario feminista de Carlos Negro, que completarán con la lectura del cómic, ‘A Cenicienta que non quería comer perdices’ y el filme ‘As mulleres de verdade teñen curvas’. Una puesta en común sobre estereotipos, que completarán con otras actividades lúdicas, como la magia, pero sobre todo con un reencuentro que los estudiantes llevan meses preparando, con intercambio de emails e incluso de correo postal, según recuerdan Elena Aller, coordinadora del club de lectura pontenovés y Susana Quintela del vivariense.

En A Pontenova cuentan con una sección para los alumnos más jóvenes y otra para los de tercero a segundo de BAC, con lecturas de diferente dificultad. Las reuniones semanales de este año se estudiarán ampliarlas a quince días para el siguiente curso. También desde el club, bautizado como Os Piratas, se busca acercar al centro a algún escritor.

El María Sarmiento lleva más de un lustro con el club "e cada vez aumentan máis os lectores" teniendo en la actualidad uno en cada nivel de la Eso. Una afición que la responsable también achaca "a la excursión de fin de curso que realizamos", que le ha llevado entre otros lugares a A Coruña, Madrid o los acantilados del Loiba. Una actividad que se complementa con otras iniciativas, como fur la visita a un taller de joyería tras leer ‘Instantes Perfectos’.


DOCENTES
. En el centro también funciona un club de lectura para profesores, que comentan la obra en una comida o una cena. No es el único club para docentes que funciona en la comarca, pues en el IES San Rosendo mindoniense funciona otro en inglés, del que forman parte nueve docentes más la auxiliar de conversación, que les permite aunar su pasión por la lectura con mejorar su nivel en lengua extranjera. "Son muy constantes y cumplidores y siempre vienen con los deberes hechos", asegura Ana Belén López de sus compañeros, con los que se reúne en los recreos con periodidad quincenal.

Mezclar géneros y gustos les lleva a contar con lecturas muy variadas, una actividad que este año complementan con la realización de un relato conjunto. "Empezamos antes de la Navidad y tenemos que ir completando la historia donde acabó el anterior", insiste López, que es además la coordinadora del club de lectura en inglés para estudiantes, con dos grupos en función de su nivel. "Tengo hasta lista de espera, pero no puedo coger más de diez por grupo".

En total, son más de setenta los alumnos que están anotados en el club de lectura en el centro mindoniense, denominado ‘As mil e unha historias’, que cuenta con secciones en castellano y galledo, coordinadas por las docentes Cristina Arango, Luz Galocha y Ana Rodríguez, que abarca a todos los cursos.

En el Vilar Ponte vivariense hay asimismo "devoradores de libros", con secciones también en inglés, castellano y gallego en los cursos más altos de Secundaria. Comentan las obras los lunes aprovechando que hay clase por la tarde. "Quedamos e comemos na bibliotecas uns bocadillos e unhas pizzas que mercamos na cafetería", afirma la reponsable, Ana Tato, quien no oculta su safisfacción por los buenos resultados logrados, a pesar de que "os recortes", dice "nos impiden ter máis mestres adicados a iso, porque organizar leva moito tempo". Como colofón, los alumnos inscritos en el club participan de una experiencia cultural, como el viaje del pasado año a Gijón para asistir a una representación teatral de una compañía nacional, pues "sempre buscamos cousas que non podemos ter en Viveiro", admite.

Para lidiar con la falta de recursos, por lo que en su caso apuestan por préstamos con otros centros y bibliotecas municipales de Galicia. Una aventura de la que también se nutren en el Perdouro de Burela, donde este año han adquirido libros en soporte electrónico.

Juana Bernardez y Neves Cando son las responsables del club de lectura burelés, que funciona desde 2009, con un grupo para tercero y cuarto de la Eso y otro para Bachillerato. Las lecturas de otros mundos son en lo que están enfrascados este año, con recomendaciones incluso de los propios alumnos, que leen tanto en gallego como en castellano.

En el Monte Castelo, también de Burela, el club se cierne a tercero de la Eso, con reuniones cada dos meses, supervisados por Cecilia Martín y Carmen Cociña. Además de lecturas variadas, en el centro se potencian también las conferencias alternativas, como la de una profesora de Saúde Ambiental, como complemento a la lectura de un cómic sobre el alzhéimer y al pase de ‘Engurras’.

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