Nueva normalidad, nueva sexualidad

La covid-19 ha invadido todos los aspectos de la vida, infiltrándose también en los dormitorios. Así, diversos estudios confirman que a raíz de la pandemia, el sexo en solitario y el cibersexo ganan terreno a las relaciones en pareja 
Las nuevas tecnologías tienen cada vez más protagonismo en la vida sexual de la población. D.P.
photo_camera Las nuevas tecnologías tienen cada vez más protagonismo en la vida sexual de la población. D.P.

Después de casi nueves meses conviviendo con el coronavirus, no hay duda de que la pandemia lo ha trastocado todo, desde lo laboral a lo personal. Las relaciones sexuales no son una excepción. Así, desde el estallido de la covid-19, ligar, tener encuentros sexuales casuales o incluso la vida en pareja no son como en la era pre-coronavirus. Primero el confinamiento de marzo y abril y, después, las medidas de protección impuestas en la nueva normalidad (mascarilla, higiene de manos, distanciamiento social, cierre de locales de ocio...) han transformado las costumbres sexuales de la población mundial.

En el caso de España, según el estudio El confinamiento y los hábitos sexuales de los españoles, realizado por Pornhub, la principal plataforma de contenidos para adulto a nivel mundial, en colaboración con la consultora 40dB. El 52,7% de los solteros no practica sexo por miedo a la infección por coronavirus, con mayor porcentaje de mujeres (57,7 %) que hombres (46,8 %) en esta situación. Además, el 54,1 % de los solteros admite haber dejado de besar a alguien en la boca por miedo a la covid y un porcentaje muy similar (54,7 %) sostiene haber dejado de acudir a un lugar donde conocer posibles parejas por miedo a infectarse. Este miedo es mayor en mujeres (59,7 %) que en hombres (48,5 %).

Asimismo, según este estudio, solo el 14,4 % de los solteros ha tenido relaciones sexuales con alguien que haya conocido después del confinamiento, mientras que otro 25,7 % lo ha hecho con personas que conocía de antes y un 9% con personas que conoció precisamente durante el encierro.

Del 1 de marzo al 31 de agosto las ventas de anticonceptivos cayeron un 11,4%

En cuanto a las parejas, que durante el confinamiento tuvieron que afrontar una convivencia obligada las 24 horas del día, una encuesta realizada por la tienda online SexPlace.es (www.sexplace. es) reveló que la primera semana de cuarentena las parejas aumentaron las rutinas sexuales en un 90%, sin embargo, seis semanas después solo dos de cada diez parejas reconocía practicar sexo semanalmente.

Las que sí aumentaron fueron las que optaron por la infidelidad virtual. Según Gleeden, plataforma de encuentros extraconyugales, de marzo a septiembre hubo un incremento de un 160% en conexiones y altas a nivel mundial. Además, registraron un aumento considerable en el promedio de conexiones, que pasó de dos horas a tres.

El cambio de hábitos sexuales desde la aparición del coronavirus también ha tenido su impacto en la venta de anticonceptivos. Así, aunque en las farmacias de la Boa Vila consultadas no han notado ninguna alteración en la demanda de estos artículos, según los datos aportados por HRA Pharma, la venta de anticonceptivos cayó de forma notable durante los meses de confinamiento, especialmente en abril y mayo. El descenso en comparación con el año anterior fue del 19,4% y el 19,8% respectivamente, y de un 11,4% en los seis meses estudiados.

JUGUETES SEXUALES. En cambio, con los juguetes sexuales o eróticos sucedió todo lo contrario y durante el confinamiento las ventas se dispararon por encima del 100% en España. El sector de los juguetes para adultos experimentó un gran boom a través de las diferentes tiendas online especialmente en abril, coincidiendo con el encierro obligatorio. Empresas americanas como Wow Tech Group, dueña de We-Vibe y Womanizer, incluso reportan un aumento del 200% en las ventas online de abril.

Pontevedra no ha sido ajena a este fenóSexualidademeno. Así, Isabel Amorín, de El Patio de Atrás, confirma esta mejoría de las ventas en un sector que ya había experimentado un importante auge el año pasado, debido, en gran parte, al boom que supuso el succionador de clítoris Satisfyer. "Mejoraron las ventas respecto a 2019. Además, los hombres se animaron más a comprar juguetes. Debido al éxito del Satisfyer vieron que la masturbación ya no era tan tabú y se sintieron más libres", destaca Amorín. Así, a los clientes habituales, "todavía más mujeres que hombres", se han sumado nuevos compradores.

En su opinión, la pandemia también ha tenido algo que ver en el aumento de las ventas, ya que "hay personas que no quieren juntarse con gente que no conocen". "Antes del cierre de la hostelería ya hubo un aluvión de juguetería para utilizar en solitario y hay chicos que, ante la imposibilidad de salir, optaron por llevarse uno, dos o tres juguetes para tener en casa", precisa.

Entre los compradores de juguetes sexuales también figuran "muchas parejas que viven separadas y no pueden desplazarse". Por ello, señala la dueña de El Patio de Atrás, "los proveedores ya empiezan a sacar juguetes para utilizar a larga distancia mediante aplicaciones para que las parejas que mantienen una relación a distancia interactúen entre ellos". "Antes había uno o dos modelos, pero ahora ya hay más y los clientes han empezado a pedirlo y les da igual que cueste mucho más caro. El más demandado es un vibrador que se llama Lush, de Lovense. Cuesta sobre 119 euros y ahora mismo está agotado. Satisfyer también ha sacado el modelo Curvi, que viene con una App para poder utilizarlo con el móvil, pero en distancias más cortas", apunta.

No obstante, cuando se cumple un año del boom, el juguete más demandado sigue siendo el Satisfyer. De hecho, la enorme repercusión mediática de este succionador de clítoris es, en opinión de Eusebio Domínguez, propietario de El Arca Azul, la principal causa del aumento de la demanda de juguetes eróticos, más allá de las consecuencias de las medidas impuestas para frenar la expansión de la pandemia. "Se habla tanto de él que la gente se anima", afirma. No obstante, reconoce que el "miedo a quedar confinados" también está influyendo en el incremento de las ventas. "Notamos más afluencia de público que antes, pero -insiste-lo que más influye es el boca a boca. Nos ha pasado con los anillos para el hombre, que propician un coito más intenso y duradero. Los hombres han oído hablar y se interesan. También ha pasado con las cremas potenciadoras", señala.

Durante el confinamiento la demanda de juguetes sexuales se disparó por encima del 100%

En opinión de Domínguez, "también las parejas se han animado mucho a tener un juguete erótico entre los dos. Estamos notando que muchos hombres están comprando juguetes eróticos para la pareja", indica.

En lo que respecta a los efectos de la pandemia, considera que, sobre todo, ha sido "de un mes para acá, al estar más tiempo en casa y no salir a partir de las 11 de la noche", cuando "la gente ha tirado más de los juguetes eróticos".


Ángela de Vega, sexóloga clínica elas: "Es el momento de trabajar el vínculo en la relación con el otro"

¿Se está practicando menos sexo debido a la pandemia?
Todo depende de la concepción que tengamos de lo que es tener sexo. Si ampliamos el concepto de sexualidad y lo consideramos como algo más rico que un simple contacto coital, es posible que la pandemia esté aportando mucho a nivel de enriquecimiento erótico para algunas personas tanto consigo mismas como con sus parejas.

Al margen de la saliva, ¿los otros fluidos corporales contagian?
Todavía se está estudiando, en principio está claro que a través de los besos y de la respiración, así como de la contaminación de superficies asociadas a una situación de intercambio sexual podría haber riesgo de propagación del virus. Aunque por el momento no se ha encontrado evidencia de que el coronavirus se transmita a través del semen o de los fluidos vaginales, sí se han encontrado evidencias del mismo en el semen de personas que se han recuperado o se están recuperando. Es necesario ser prudentes, ya que las investigaciones son muy recientes.

Ángela de VegaLa Agencia de Salud Pública de Barcelona aconseja llevar mascarillas cuando se tenga sexo con personas no convivientes. ¿Qué opina?
He leído el documento y aunque desde un punto de vista de profilaxis clínica puede tener sentido, desde un punto de vista emocional y de práctica de una sexualidad sana que tiene en cuenta las emociones implicadas en un vínculo tan íntimo da indicaciones bastante cuestionables. Educar en una sexualidad sana no puede hacerse desde el miedo, sino más bien desde la responsabilidad. Tratar de evitar el sexo ocasional, y sobre todo tomarse tiempo para conocer a esa persona, sus hábitos de salud, sus rutinas, el nivel de exposición al virus y su estado de salud son elementos imprescindibles de protección más eficientes que prohibir o demonizar ciertas prácticas.

¿El sexo seguro pasa por evita encuentros ocasionales y apostar por la masturbación o el sexo virtual?
Es el momento de trabajar el vínculo en la relación con el otro antes que apostar por un contacto sexual ocasional. La masturbación o el sexo virtual son herramientas que pueden usarse para enriquecer la experiencia erótica, pero no tienen porque ser la única opción responsable, ni suponer solo una alternativa.

Hay que dedicar más esfuerzo y tiempo a conocer a las posibles parejas sexuales

¿Qué pautas daría para disfrutar del sexo sin riesgos?
Para empezar, ser conscientes de la situación que vivimos. Esto implica dedicar más esfuerzo y tiempo a conocer a las posibles parejas sexuales y evitar en la medida de lo posible tener relaciones sin conocer a la persona. La posibilidad de compartir fantasías, conversaciones y cercanía con el otro antes de pasar a un contacto más directo constituye incluso una buena oportunidad de desarrollo de nuestra propia sexualidad y ayuda a generar vínculos más estables y profundos.

¿Qué consecuencias puede tener renunciar al sexo?
Entender el sexo como el mero encuentro entre dos cuerpos es muy reduccionista, podemos seguir disfrutando y aprendiendo mucho de nuestra sexualidad. El placer no se agota en el intercambio de fluidos, buscar sentirse a uno mismo o explorar fantasías compartidas es una fuente muy interesante de experiencias. Si bien es cierto que la falta o la disminución de un contacto piel con piel, puede generar sentimientos de soledad y carencias a nivel afectivo, esto no se aplica solo al sexo. Es un reto que está muy presente en esta nueva realidad. Sustituir esta falta de contacto con más interés en las palabras de afecto y otro tipo de detalles es fundamental en los tiempos qué vivimos.

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