En unos tiempos en los que parece imprescindible darle una vuelta de tuerca al modelo de negocio tradicional, resulta que este es un requisito de paso obligado también para el mundo del arte. Y es, precisamente, bajo el signo de la renovación donde nace la galería Federica no era tonta, que se inaugurará este viernes en Santiago de Compostela, abriendo sus puertas con una exposición de José Andrés Santiago.
Heredera de Espacio48, Federica recoge el legado de su predecesora para apostar tanto por el arte gallego emergente como por artistas más consolidados. Su ubicación se encuentra en la Rúa do Vilar 48, en el local en el que Charo Santiago regentó su galería durante 16 años hasta que en 2016 decidió retirarse en vista de que dos chicas jóvenes tomarían el relevo.
De esta manera la ciudad mantiene vivo un espacio dedicado al arte, renaciendo en una nueva etapa bajo la batuta de Lucía, una licenciada en Historia del Arte bien conocedora de Espacio 48, donde, recién salida de la facultad, trabajó junto a Charo durante una etapa, y María, una abogado especializada en el ámbito empresarial y que, según apunta su compañera, otorga a la fórmula la seriedad que un "negocio de estas características requiere". Ambas se embarcan en este proyecto manteniendo viva la ilusión con la que nació el que ahora es su legado y con la idea de romper la barrera invisible que tantas veces distancia al arte del ciudadano de a pie y hacer de máxima una cita de la vallisoletana Dora García: "El arte es para todo el mundo, pero sólo una élite lo sabe".
Uno de los retos de este proyecto es mantener una filosofía de carácter divulgativa y formativa, un punto de encuentro no solo para coleccionistas, que ofrezca talleres, charlas y otras actividades. Es por ello por lo que Lucía parafrasea a Elbert Hubbard, para explicar este aspecto de su nueva aventura: "El arte no es una cosa, se trata de un camino".
Un espacio multidisciplinar en el que las artes plásticas convivan con la música o la literatura
Entre los objetivos también está el de dar cobijo al arte no solo en sus disciplinas plásticas, sino que aspira a ser un espacio para que éstas convivan con la música o la literatura. Por ello, el nombre escogido para la galería es toda una declaración de intenciones. Explica Lucía que querían bautizar esta nueva etapa con la obra de un artista gallego y finalmente dieron con la del relato de Eugenio Granell Federica no era tonta, escrito en 1970 desde el exilio y en cuyo mensaje se ven reflejadas ambas socias, así como el espíritu multidisplinar del proyecto.
"El cuento presenta un personaje que acaba triunfando en un mundo hostil y que defiende desde el primer momento, empezando con la frase que da título al texto "Yo siempre dije que Federica no era tonta". Defiende además que se trata de "un relato kafkiano" que defiende el "valor de la diferencia", algo que refleja la galería con su heterogénea selección de artistas, piezas singulares que también "pueden encajar entre sí como piezas de un mismo puzle", añade.
Señala, además, que el que sea nombre de mujer fue determinante, "porque en realidad somos tres: Lucía, María y Federica, que es la figura que aglutina los valores de la galería".
Lucía explica que para utilizar el nombre se pusieron en contacto con la Fundación Granell, a la que agradece el trato recibido en todo momento. "Su respuesta fue estupenda. Nos pusieron en contacto con Natalia Fernández –directora de la fundación e hija del autor– y le encantó la idea y el espíritu de la galería. Además nos dijo que la mujer tenía mucha importancia en la obra de mi padre y que a ella siempre la había tratado como a una igual".
El artista compostelano José Andrés Santiago será el encargado de inaugurar el espacio con su exposición Planetary, una antología de obras que parten de fotografías que el artista ha tomado a lo largo de sus viajes y que ha sabido manipular para transformar lo que inicialmente fueron visiones panorámicas en pequeños planetas que entre sí forman un sistema. La muestra se podrá visitar a partir del 3 de marzo hasta mediados de abril.
La hoja de ruta de Federica no era tonta para este año pasa por presentar en exposiciones individuales a cada uno de sus artistas en muestras que tengan unas siete semanas de duración. Una antología en la que figuran Lara Pintos, "una joven coruñesa en la que hemos puesto mucha ilusión", comenta Lucía; o otros de "consolidada trayectoria" como el escultor de O Barco de Valdeorras Iván Prieto; y también los hay que exponen en el Victoria and Albert Museum o cuyas obras se pueden encontrar en la Forbbes Collection, como es el caso del monfortino Roberto González.
