Madhana, maestro: "El yoga es una actitud ante la existencia, las posturas son una parte mínima"

Madhana, ante el río Ganges en un viaje reciente a la India. SANANDA - Yoga
photo_camera Madhana, ante el río Ganges en un viaje reciente a la India. Abajo, en una imagen antigua con el maestro Suami Vishnu Devananda. SANANDA

Hablar del yoga en Galicia es hacerlo de Manuel Agulla, más conocido como Madhana. No en vano, en 1977 fundó en Vigo el primer centro de esta práctica en la comunidad y es, junto con Ramiro Calle, una de las máximas autoridades a nivel nacional y uno de los artífices de su gran difusión. Su amplia formación es fruto de una vida dedicada al yoga que incluye amplios estudios e incontables viajes a la India donde aprendió de los mejores maestros de yoga, "algunos de los cuales ya han dejado la vida física", y conoció a personalidades como Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta o el Dalai Lama. Las fotografías de todos ellos llenan las paredes de Sananda (www.yogasananda.com), el centro vigués que 41 años después Madhana sigue dirigiendo.

Pionero de esta práctica milenaria en Galicia, entre sus logros destaca la organización en Baiona, en 1985, del mayor encuentro de yoga celebrado hasta la fecha en la comunidad. Además, ha entrenado a miles de personas en todo el mundo, entre las que se encuentran políticos, deportistas de élite, actores o cantantes como el británico Sting. Actualmente también dirige e imparte cursos de formación de profesores en sus diversas modalidades a través de la Asociación Internacional de Profesores de Yoga Sananda (A.I.P.Y.S), combinando en sus enseñanzas la integración de ciencia, psicología, neurociencia, filosofía, métodos de meditación y prácticas diversas de diferentes estilos de yoga.

Su largo periplo vital consagrado al yoga comenzó en Londres. Allí llegó en los 70 para estudiar Filología Inglesa y allí lo descubrió. "Empiezo indagando, buscando ante la disconformidad de la existencia humana. Esa exploración me va llevando de aquí para allá y empiezo a obtener respuestas. La mejor ha sido la que me dio el yoga porque es una experiencia directa mediante una serie de prácticas y de métodos determinados que te llevan a sumergirte en tu interior y a descubrir realmente quién eres", explica.

Frente la "malinterpretación" que se realiza actualmente, Madhana recalca que "el yoga es la búsqueda de lo profundo. Es un sistema integral de educación para el cuerpo y para la mente. Un método que te lleva de lo finito a lo infinito y que pretende desentrañar los misterios que están contenidos en nuestra mente, que no es otra cosa que la finitud, el enclaustramiento en el cuerpo y en la mente. Por lo tanto, lo que pretende es romper con estas cadenas con la finalidad de trasladarnos a eso que todos buscamos y que deseamos fervientemente: la felicidad. Pero –añade– la felicidad nunca puede existir donde hay dualidad (bueno/malo, placer/ dolor, agradable/desagradable, vida/muerte...). Por tanto, no es otra cosa que el impulso por parte del buscador, del yogui o de la yoguini en el caso de la mujer, para llegar a un estado que le lleva más allá de la conciencia individual, es lo que se llama la conciencia sublime o suprema, lo absoluto, lo cósmico...".

Para llegar a lo absoluto el yoga "traza diferentes vías", como, por ejemplo, "el Raja Yoga, que trata de aquietar ese enjambre de pensamientos contenidos en la mente; el Bhakti Yoga, donde tú impulsas toda la energía que posees a favor de la devoción; el Karma Yoga, que es el yoga de la acción desinteresada; el Jnana Yoga, que es el yoga del conocimiento, y el Hatha Yoga, que es el más conocido en Occidente por la práctica de posturas (asanas), pero que es mucho más que eso". En este sentido, insiste Madhana, "las posturas son una parte mínima de ese Hatha Yoga. Hay más elementos, más técnicas... Requiere el estudio de textos, el estar en contacto con un gurú (un maestro), que es el que te enseña, te explica y te corrige a lo largo de años . Por eso, ir a clase dos o tres días a la semana y hacer una hora u hora y media de posturas no es practicar yoga. Porque el yoga es una condición ética, una condición del cuerpo, una condición de la mente, una actitud ante la existencia. Es filosofía, es teología...".

Madhana explica también que dentro del Hatha Yoga "hay numerosos modelos como, por ejemplo, Iyengar Yoga, en el que se utilizan elementos como cinturones, bloques o sillas para ir progresando en las posturas; el Ashtanga Yoga, en el que hay saltos adelante y atrás, o el Bikram Yoga, que se practica con calor. Otros modelos tienden a la quietud, en otros como el Vinyasa Flow vas pasando de una postura a otra de forma dinámica... Lo único que diferencia a un modelo del otro es el planteamiento de los profesores de acuerdo con su escuela, su linaje, su método...".

Desde que Madhana abrió Sananda, cuando había "un desconocimiento total, un recelo absoluto y un total aislamiento", han cambiado mucho las cosas. "Ahora las redes sociales permiten una comunicación inmediata y muy rápida con todo", aunque –lamenta– el boom del yoga también ha derivado en "una interpretación errada y superficial" del mismo. Por último, destaca que para practicar yoga "lo único que se necesita es interés y motivación para no quedarse en la superficie. Por lo demás, no hay edad, ni estratos sociales... El yoga es como el sol, que lo mismo ilumina un palacio real que la choza de un mendigo".

LOS CINCO REQUISITOS INDISPENSABLES PARA SENTIRSE BIEN FÍSICA, MENTAL Y EMOCIONALMENTE

Un una imagen antigua de Madanha con el maestro Suami Vishnu Devananda. SANANDA - Yoga

Partiendo de la conexión mentecuerpo, Madhana señala que los cinco principios básicos del yoga, indispensables para sentirse bien física, mental y emocionalmente son:

►Alimentación. "Cuanto más natural mejor y, a ser posible, exenta de cadáveres –apunta Madhana– . Como decía Bernard Shaw: No quiero que mi estómago sea un cementerio. Evidentemente –subraya–, no hay obligaciones. Son decisiones personales, inteligentes y fundamentadas en la experiencia directa, no en la creencia ni en opiniones o especulaciones".

Respiración. "Los yoguis llevan a cabo una serie de prácticas que técnicamente se llaman de pranayama –explica–. Son ejercicios de respiración que generan una fantástica energía. Hay que tener en cuenta que el vínculo de la respiración es el que nos une a la vida y, además, está muy ligado a los estados mentales y físicos".

►Posturas. (Asanas) "Al cuerpo no hay que extenuarlo. No se trata de malgastar la energía, sino de almacenarla e incrementarla. Las posturas del yoga dan movilidad al eje del cuerpo, que es la columna vertebral, flexibilidad a la musculatura, desbloquean energía acumulada, disminuyen el estrés y la tensión y, en definitiva, llevan a la mente y al cuerpo a un estado de mayor serenidad, ojo, no de adormecimiento".

►Relajación. "La preocupación constante y las prisas tienen los mismos efectos que un coche que no tiene sistema de refrigeración: acaba quemándose. Con métodos de relajación el organismo alcanza un estado de mayor calma".

►Actitud. "Aquí entrarían los estados de atención, concentración y meditación. La meditación es la vía que te va llevando de lo finito al infinito, de la muerte a la inmortalidad, de la ignorancia a la sabiduría".

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