Los buses de pueblo se quedan sin pasajeros

Las líneas regulares a pequeños núcleos solo aportan 170.000 de los casi dos millones de pasajeros que mueve la estación de autobuses de Lugo al año
Una pasajera del autobús que cubre la línea Lugo-Meira
photo_camera Una pasajera del autobús que cubre la línea Lugo-Meira

De los casi dos millones de pasajeros que anualmente pasan por la estación de autobuses de Lugo, solo algo más del 8% –unos 170.000– proceden de rutas que unen la capital lucense con otros municipios de la provincia.

Estas cifras revelan que muchos de los autobuses que cubren estas líneas rurales viajan prácticamente vacíos, lo que hace que el servicio no sea rentable para las empresas concesionarias, que se ven obligadas tanto a eliminar rutas como a reducir frecuencias, con el consiguiente trastorno para los usuarios de estos servicios.

La situación por la que atraviesa el sector es un reflejo de la crisis demográfica que sufre el medio rural, agravado por el hecho de que "hoxe en todas as casas de calquer pobo hai un, dous ou tres coches particulares, que son os que se utilizan se algún membro da familia ten que viaxar a Lugo", afirma Jesús Vigo, gerente de la empresa que, desde hace más de cuatro décadas, cubre, entre otras, la ruta entre Lugo y San Martín de Corbelle, en A Pastoriza.

"Neste tempo pasamos dun promedio de case 40 pasaxeiros en cada viaxe aos cinco ou seis que hai na actualidade", indica este hombre, que dice que los 40 euros que puede llegar a hacer de recaudación al día apenas le cubre los gastos de kilometraje. "A rendibilidade ven dada porque o autocar xa está pagado e ademais destínase a outros servizos, como o de transporte escolar. De non ser así, a ruta sería totalmente inviable", subraya.

En esta la pescadilla que se muerde la cola —las empresas reducen viajes porque no tienen usuarios y los pasajeros dejan de viajar por la falta de competitividad del servicio— la realidad es que hay muchas personas para las que el autobús es su única garantía de movilidad, cuando necesitan acudir a Lugo a realizar gestiones.

Uno de estos casos es el de María del Carmen Sobrado Fernández, una vecina de Ribeira de Piquín que, desde hace un tiempo, se desplaza diariamente a Lugo para acudir a rehabilitación. 

Apenas hace un par de años esta línea la cubría un autobús que, curiosamente, la mayoría de los días viajaba con un único pasajero, por lo que la ruta acabó por eliminarse. Ahora, para sus desplazamientos a la capital, debe utilizar su vehículo particular o recurrir a algún vecino que la lleve hasta Meira y desde allí coger el autocar que la trae a Lugo.


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