Primero se publicaron imágenes en las que Lindsay Lohan gritaba en el balcón de su casa de Londres. Al parecer, su prometido —el joven millonario ruso Egor Tarabasov— la quería estrangular.
Después, se vio otro vídeo en el que él forcejeaba con la actriz estadounidense, de 30 años, para recuperar de sus manos su teléfono móvil en una playa de Mikonos (Grecia).
En medio del escándalo, la intérprete protagonista de Tú a Londres y yo a California o Chicas Malas se decidió a romper su silencio. "Ninguna mujer puede ser golpeada y quedarse con esa persona", afirmó.
Ante una relación tan turbulenta, tomó la decisión de separarse y habló por primera vez del tema. "La verdad es que quería que las cosas funcionaran, pero ahora no estoy tan segura de poder", aseguró al Daily Mail.
La ex chica Disney confesó que aún no ha sido capaz de quitarse su caro anillo de compromiso (con una esmeralda de cuatro quilates). Tampoco pudo borrar las románticas fotos de ambos en Instagram, cuenta en la que tiene casi cinco millones de seguidores.
"No soy un ángel, pero he intentado arreglar las cosas. Ahora la pelota está en su tejado. Le he sugerido terapia de pareja, pero llega un punto en el que me tengo que poner a mí en primer lugar, y también pensar en mi carrera, en la que he trabajado muy duro", detalló.
"No quiero decepcionar a mis fans por no ser la mujer fuerte en la que me he convertido", agregó y se animó, además, a escribir en Instagram: "Ninguna mujer puede ser golpeada y quedarse con esa persona si él no está preparado para decir lo siento".
