"Quienes me conocen dicen que se dio una imagen mía que no se corresponde con la real"

Lidia Folgar: "Creo que mi perfil en el programa fue el de talibana de la comida"

Inició con paso titubeante su andadura en el programa MasterChef, en el que protagonizó momentos tensos y brillantes y fue eliminada en una prueba colectiva. Lamenta que no le hubieran explicado el motivo y reconoce que fue una experiencia muy positiva, aunque apenas hubiese aprendido a cocinar en los tres meses que duró la prueba
Lidia Folgar nació en Caldas de Reis en el año 1985
photo_camera Lidia Folgar nació en Caldas de Reis en el año 1985

Lidia Folgar fue durante varios meses el centro de atención de sus vecinos de Caldas de Reis por su participación en el programa MasterChef. De vuelca a casa, retoma su vida y su profesión de nutricionista, además de seguir hablando claro.

¿Cómo se planteó la idea de presentarse al concurso?

Me presenté por casualidad. Estaba viendo el primer programa de MasterChef Junior y me apunté sin pensar demasiado en serio lo que hacía. Como el primer paso para hacerlo era cubrir un cuestionario on-line, que es muy sencillo, lo hice con el móvil.

¿Y cómo se tomó la noticia de que era seleccionada?

Ni de broma llegué a pensar que mi historial les iba a llamar la atención.

¿Una vez en el programa, qué objetivo se planteó?

Me gusta cocinar y quería saber hasta dónde puedo llegar. Es lo que me decía al principio.

Los inicios fueron titubeantes. Incluso parecía que su paso iba a ser breve, y resultó que llegó hasta la recta final del concurso.

Al principio pensaba que el esto de mis compañeros tendrían mucho más nivel que yo. Me tendrán un par de semanas y luego me echarán, pensé. Pero vi que mi nivel no era tan diferente del los demás. Fue entonces cuando dije ‘¿Y por qué no?’

"Yo no soy nada diplomática: entre la diplomacia y la hipocresía hay una línea muy delgada"

Además de saber cocinar, tuvo que superar obstáculos que le pusieron sus compañeros que también luchaban por la victoria. ¿Cómo se lleva eso sabiendo que cuando acaban las grabaciones tienen que seguir conviviendo juntos?

La parte de la convivencia es lo que llevé mejor. No tuve ningún problema. Lo más duro fue haber estado aislada de mi familia durante tres meses, en los que viajábamos a lugares distintos para grabar los programas. Llegábamos y grabábamos. No podíamos hacer turismo para que la gente no nos viese. En los exteriores hacíamos las pruebas y nada más. Fueron 13 programas en 13 sitios distintos, y yo estuve en doce.

Una vez en la recta final del programa, imagino que se haría la idea de que podía ganar. ¿Fue muy duro el momento en el que le comunicaron que había sido eliminada?

Un palo no fue, porque yo no me veía ganadora. Siendo sensata, y viendo el nivel que había, esperaba quedar tercera, porque Carlos y Sally estaban por delante. El palo fue marcharme como me marché yo. Esperaba tener que hacerlo el día que hubiese cocinado mal. La manera resultó bastante extraña ya que fue en una prueba de grupo. Me hubiera gustado conocer los motivos.

Poco antes habían alabado su plato de cordero, calificándolo como uno de los mejores de la historia del programa. ¿Es una estrategia para jugar con los concursantes?

Creo que si. Como no manejo información directa, solo puedo hacer cábalas.

Valorar un plato es una tarea muy subjetiva.

Claro. Un fallo puedes verlo como un acierto. Depende de cómo quieras enfocarlo.

Dio la impresión de que a veces los miembros del jurado jugaban con los sentimientos de los concursantes hasta faltarles al respeto.

Era un programa de televisión. Yo no creo que los miembros del jurado, a nivel personal, sean así. Era parte del espectáculo y a mí no me gustaba. Tampoco pasaba con todos los compañeros, sino con ciertos participantes.

"Es una experiencia de superación, de verte en un mundo que no es el tuyo y tratar de hacerlo con dignidad"

¿Qué aprendizaje extrajo de su paso por el concurso: cocina mejor o aprendió lecciones para enfrentarse a la vida?

Sobre todo, es una experiencia de superación, de verte en un mundo que no es el tuyo y decirte, ‘bueno, pues tengo que salir como sea con dignidad’. De cocina también aprendes, aunque no todo lo que me gustaría. La verdad, yo pensé que recibiríamos mucha más formación, pero no había tiempo. Nos pasamos el tiempo grabando. Aprendo más leyendo libros y mirando recetas. Llevo la experiencia de haber aprendido a vivir aislada, incomunicada y sin teléfono ni redes sociales, que es muy positiva. Pensaba que sería imposible, pero lo superas.

¿Ganaron los mejores o para ser los primeros también es necesario caer bien al jurado?

No creo que sea necesario caer bien al jurado. Ellos ya saben cómo somos antes de empezar el concurso. A la final llegaron las dos personas que mejor cocinaban y lo demostraron desde el principio.

¿Qué imagen cree que quedó de Lidia Folgar tras el programa?

Cada uno tenía su perfil y el mío supongo que sería el de talibana de la alimentación. De una persona que se prohíbe cosas. También que no soy nada diplomática: entre la diplomacia y la hipocresía hay una línea muy delgada. Se sacaron frases fuera de contexto.

¿Comemos demasiado?

La gente llama comer sano a prohibirse grupos de alimentos. Cada vez hay más información y la gente está más confusa.

Profesionales de la sanidad siguen dietas que se ponen de moda.

Quieren resultados rápidos y milagrosos y siempre se acepta al que se los promete. Un médico no sabe más que cualquier persona de la calle, pero por su profesión puede hacer que se sigan sus consejos. Nutrición es una carrera muy reciente, la gente no sabe qué es y hay muchísimo intrusismo. Debería figurar entre las prestaciones de la Seguridad Social.

¿Qué opina de la proliferación de programas sobre cocina en los medios de comunicación?

Como tuvo éxito el primer programa, ahora hay en todos los canales. No me parece mal, aunque me gustaría que pasase lo mismo con la salud y la nutrición.

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