El área recreativas de Penas de Rodas, en Outeiro de Rei, recibió este sábado la visita de cerca de un millar de personas procedentes de toda Galicia, que acudieron a la trigésimo octava edición de la Romaxe de Crentes Galegos.
Un total de 24 autobuses y centenares de vehículos particulares ocupaban al mediodía la práctica totalidad del espacio destinado a aparcamiento, mientras que los asistentes, equipados con sillas y cestas de comida, se repartían por toda la superficie de esta área recreativa.
El evento, organizado por la Asociación Irimia, que en esta edición contó con la colaboración de Xermolos, se desarrolló bajo el lema Desorballando soños, en lo que supuso un homenaje a la memoria de los poetas Xosé María Díaz Castro y Manuel María.
Precisamente, la actividad central de la celebración consistió en un homenaje a la figura de estos dos autores chairegos y contó con la intervención de Lourdes Outeiro, María Xosé Lombao, Xosé Otero, Xulio Xiz, Francisca López e Alfonso López, que recitaron diversos poemas.
La música tradicional, a cargo del grupo A Quenlla y el grupo de gaitas Penas de Rodas, también contribuyó a amenizar un acto en el que el público participó de una forma muy activa. Una misa de campaña puso el punto final a esta primera parte de la jornada.
La comida campestre se convirtió en toda una manifestación social, en la que los romeros aprovecharon para reforzar lazos. ''Nalgúns casos hai persoas que teñen acudido ás 38 edicións desta romaría, que cada ano se celebra nun punto distinto de Galicia'', afirma Anuncio Moroño, integrante del colectivo Irimia.
Este miembro de la organización destaca que durante estas casi cuatro décadas, la romería ''non deixou de celebrarse nin un só ano'' y que se mantiene fiel al ''espíritu social e de galeguidade'' que inspiró la primera edición.
Moroño reconoce que el poder de convocatoria de la concentración bajó sensiblemente en los últimos años, aunque asegura que el relevo generacional ''está garantizado''.
SANTA ISABEL. Después de la comida campestre en el entorno de Penas de Rodas, una parte de los romeros se desplazó, ya avanzada la tarde, al campo de Santa Isabel, también en el municipio de Outeiro de Rei.
''Todos os anos intentamos acabar a romaxe nun lugar distinto de onde empeza. Neste caso optamos polo campo de Santa Isabel pola vinculación que tiña Manuel María con este espazo e como recoñecemento a súa labor á hora de recuperar a ermida que se levanta nel'', argumenta Moroño.
