Mondoñedo pone fin este domingo a su último viaje en el tiempo

El Mercado Medieval, uno de los más antiguos de la zona, congrega a centenares de visitantes y artesanos durante los tres días que dura el evento. El domingo, última jornada, las bodas según el rito mozárabe serán el punto fuerte

MONDOÑEDO viaja al medievo durante el fin de semana en el que sus calles se llenan de música, titiriteros, damiselas en apuros, juglares, tejedoras, bufones, caballeros de brillante armadura y, en resumen, mucha fiesta.

El Mercado Medieval, que es uno de los más antiguos de A Mariña, propone tres días de intensa celebración que comenzaron el viernes y culminarán este domingo con un pasacalles a cargo de los Kilomberos de Monte Alto.

El mago Merlín abordaba el sábado por la mañana a los visitantes para dirigirlos a la Praza da Catedral donde la banda real, ataviada de verde y dorado, hacía sonar sus trompetas y tambores para vitorear la apertura del la vigésimo cuarta edición del Mercado Medieval mindoniense.

En la Praza da Catedral los actos se sucedieron a lo largo de esa jornada. Por la mañana los artesanos iniciaron sus labores mientras las aves rapaces sobrevolaban la zona.

El herrero Óscar Villade, de Riotorto, trabajaba en la creación de una navaja ante la mirada curiosa de decenas de turistas que, a pesar de quejarse por el humo y la ceniza, no eran capaces de despegar la vista de la labor del artesano.

En el centro de la plaza, el ciego, y lazarillo engatusaban a las personas que se les acercaban con canciones, o comentarios graciosos. Las tejedoras, que no levantaban la vista de su labor, charlaban alegremente mientras las piezas que confeccionaban iban tomando forma.

Los visitantes se mostraban de El zoqueiro llamaban especialmente la atención a los niños más pequeños venidos de fuera de la Comunidad que encontraban extraño el concepto de unos zapatos hechos de madera.

La comida, compuesta de torreznos y pan, transcurrió entre canciones y bailes regados con un poco de vino, o de cerveza en ''unha cunca de barro, que sempre sabe mellor'', explicaba J.B, vecino de Mondoñedo que lucía la taza conmemorativa colgada del cuello.

La jarra, que puede adquirirse por tres euros en el mercado, otorga a su dueño el derecho a llenarla de vino o cerveza en la fuente las veces que desee.

La jornada de ayer terminó con una cena medieval tras la que la Praza da Catedral acogió un espectáculo protagonizado por el Hechicero Mayor del Reino.

ARTESANOS. En los alrededores de la Catedral están instalados decenas de puestos que ofrecen una gran variedad de productos, todos ellos hechos a mano.

Los vendedores vienen desde toda la geografía gallega, e incluso de fuera de la Comunidad, exclusivamente para la cita mindoniense. La propietaria de un puesto de licores tradicionales, Maite Fernández, acude desde Ourense todos los años porque, ''aínda que nestas datas hai outras feiras e mercados máis preto da casa, Mondoñedo ten unha ambientación inmellorable e ademáis aquí ven moita xente de fora'', señalaba.

AFLUENCIA. El Mercado Medieval de Mondoñedo es una fecha que los vecinos tienen apuntada en su calendario y esperan con ilusión durante todo el año para desempolvar sus disfraces.

Las decenas de fiestas que llenan la agenda social de la zona no impiden que desde las once de la mañana la Praza da Catedral acoja a centenas de visitantes, la mayoría turistas, que pasan el día en la ciudad episcopal.

La bilbaína Begoña Rodríguez que pasa las vacaciones en la costa mariñana con su familia, comentaba que ''es una pena que haya tanta gente sin disfrazar, aunque supongo que es porque muchos vienen de fuera, como nosotros''.

DOMINGO. La ultima jornada del Mercado Medieval empieza a las once de la mañana cuando las hilanderas, y el resto de artesanos empiecen a trabajar en las inmediaciones de la Catedral. Una hora más tarde la plaza llenará con la música de Pistacatro, Souto Xímaro y las Coplas de Cego que acompañarán a las Mesnadas mindonienses.

En el barrio de Os Muíños, muy cerca del templo, tendrá lugar una exhibición de tiro con arco, a las doce de la mañana y a las cinco de la tarde. Además, los asistentes podrán poner a prueba sus destreza y competir para ver quien se acerca más al blanco.

La boda, punto fuerte del último día de fiesta, será a la una del medio día en la Fonte Vella. La ceremonia, según el rito mozárabe, culminará con un desfile de toda la comitiva por toda la ciudad acompañada de la Irmandade de Tambores y las Cornetas do Bispo Ramiro II.

Los niños podrán disfrutar juegos populares en la Praza da Catedral a partir de las cinco de la tarde. También habrá talleres infantiles en el parque del Seminario a las siete de la tarde. A lo largo de todo el día, en la plaza y las calles cercanas a la Catedral habrá puestos de artesanía y comida y personajes caracterizados.

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