Su interpretación en el Regreso al Futuro le hizo alcanzar la fama mundial y en medio de uno de los momentos más dulces profesionalmente, Michael J. Fox fue diagnosticado de párkinson a los 29 años de edad, en 1991. "Una enfermedad que afecta al sistema nervioso en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos" (definición de la Federación Española de Párkinson).
Los médicos le aseguraron que su carrera no se podría prolongar más de una década ante la intensificación de los síntomas. "Me diagnosticaron párkinson hace 25 años, y se suponía que solo iba a poder trabajar otros diez años. A estas alturas ya debería ser prácticamente discapacitado, pero la realidad no podría ser más distinta. La situación no podría ponerse peor, y aun así todavía puedo ir al supermercado", explicó Fox en una entrevista a Haute Living.
De hecho, en estos momentos se encuentra trabajando en un nuevo proyecto después de despedirse, a principios de año, de su personaje de Louis Canning en la serie The Good Wife, que llevaba interpretando desde el 2010. Una faceta laboral que no ha descuidado como tampoco lo hizo con su labor como padre de cuatro hijos, Aquinnah Kathleen, Schuyler Frances, Esmé y Sam, fruto de su matrimonio con Tracy Pollan.
La meditación y la práctica del boxeo han ayudado a Michael J. Fox a mejorar su estado de salud y a llevar mejor el párkinson, demostrando que el empeño, a veces, surte efecto.
Michael J. Fox desafía a su enfermedad tras ser diagnosticado en 1991
Los médicos le aseguraron que su carrera no se podría prolongar más de una década debido al párkinson diagnosticado en 1991
