La alta cocina británica sabe a Antas

La ulloana María Lourdes García Vázquez se hizo famosa en Inglaterra, adonde emigró en 1969, por su participación en la edición británica del concurso de cocina ‘Masterchef’, que ganó en 2006 con una receta que ideó como un guiño a su Galicia natal y en la que no faltaron la paella, el jamón ni las filloas.
María Mourelle celebra su victoria el día que ganó el concurso de cocina
photo_camera María Mourelle celebra su victoria el día que ganó el concurso de cocina

A España aún no habían llegado los actuales formatos de concursos televisivos de cocina, cuando en Inglaterra ya había una lucense que en el año 2006 hacía salivar a las audiencias, con sabrosas recetas cuidadosamente emplatadas para disfrute del jurado encargado de valorar la cata. Fue así como el nombre de María Mourelle, el que había adoptado como propio la ulloana María Lourdes García Vázquez, a causa de la tradición anglosajona de que la mujer utilice el primer apellido de su marido, salió momentáneamente del anonimato para alcanzar su merecido momento de gloria.

Ella y su esposo, Marcelino Mourelle, habían abandonado en 1969 su Antas de Ulla natal para buscar una vida mejor en Inglaterra. Aunque los retos eran muchos, el empeño de María hizo que en menos de un año ya se pudiese desenvolver "perfectamente" en inglés, además de sacar varios títulos de cocina, una afición que, reconoce desde su actual retiro en Antas, adonde regresó tras su jubilación, "vénme desde que era unha nena".

Esa habilidad para experimentar variados ingredientes y manejarse entre cacerolas y fogones, hizo que al poco tiempo de empezar a trabajar como doméstica en una residencia para mayores, fuese trasladada a otro centro de la misma cadena -Andor Homes- como jefa de cocina.

"Alí había que facer menús do máis variado, xa que había árabes, vexetarianos, dietas para diábeticos ou para quen tiña algún outro tipo de doencias e os pratos dos traballadores e máis das visitas", recuerda María, quien pronto se habituó a elaborar "os almorzos; os xantares, de dous pratos e dous postres, e as ceas», adaptados a las necesidades del más de centenar de personas que comían diariamente en el centro.

La tarea, aunque complicada, no amilanó a esta mujer que la primera vez que se quedó al frente de la cocina tuvo que elaborar una tarta de limón, "sen idea de como se facía, polo que cando a fun a sacar estaba toda desfeita no fondo de forno. Aínda así púxenme a facer rápidamente outra porque tiña que sair, e saiu".

La primera vez que se quedó al frente de una cocina tuvo que preparar una tarta de limón, "sen idea de como se facía"

La anécdota es una buena muestra del carácter de María, que, casi sin querer, se encontró participando en un mediático concurso de cocina. "A empresa para a que traballaba tiña moitas residencias polo país, e mandaronos presentar a todos os xefes de cociña de cada centro, como fórmula para promocionarse. Fomos uns 50 os seleccionados para a fase final e destes elixiron aos oito finalistas".

El menú elegido por María era una cesta de melocotón, fresas y jamón; de segundo, un plato de paella y de postre, filloas rellenas de fresa. "Tiñamos 90 minutos para facelo todo e, aínda que eu estaba máis tranquila que na clasificación, miraba para os pratos dos demais e parecianme espectaculares, pero cando o xurado probou a paella...".

Cuando su nombre sonó como el de la ganadora, María no se lo podía creer, "non paraba de chorar", recuerda. Hoy, más tranquila, admite que lo que más le gusta de la cocina es decorar y emplatar, algo que considera un arte y que lamenta no poder hacer en la actualidad en sus fiestas familiares porque "pasámonos a comida en bandexas".

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