Juguetes sexuales: ¿Adónde no puedo viajar con mi vibrador?

Demasiados países del mundo suponen un problema que puede acabar en cárcel o multas para quienes vuelan con artilugios de placer. Otros muchos estados vulneran gravemente los derechos de las personas LGTBI+

En algunos países no está permitida la entrada de juguetes sexuales. AMANTIS
photo_camera Es importante conocer los países en los que está permitida la entrada de juguetes sexuales. AMANTIS

Diez bragas, ocho pares de calcetines, unas chanclas para la ducha, un paquete de tiritas, un libro, protector solar, un chubasquero, la copa menstrual, un paquete de preservativos, por si se da bien la cosa...y las bolas chinas, una compañía silenciosa y que nunca decepciona.

Hacer la maleta para irse de vacaciones es uno de esos problemas del primer mundo que a menudo dan dolores de cabeza. Si no facturas, será mejor no cargar de más y dejar en casa la navaja de Taramundi. Si, por ejemplo, deseas viajar a Vietnam, deberás tener en cuenta que no permite la entrada en el país de ningún tipo de juguete sexual. "El departamente de aduanas vietnamita señala que los artilugios sexuales serán confiscados a los pasajeros que los lleven consigo y que les serán devueltos una vez que abandonen el país", señalan desde la tienda erótica Amantis en un informe.

Indican desde esta firma que Vietnam no es el único país que pena delitos que atentan contra el pudor y la moral, que vendrían desencadenados por llevar un artilugio de placer o una película pornográfica. Sucede así en Malaui, Senegal, Etiopía y Vietnam. Asimismo, en Arabia Saudí, Baréin, China, Cuba, Egipto, Emiratos Árabes, Gambia, Indonesia, India, Irán, Kenya, Kuwait, Malasia o Singapur es delito estar en posesión de pornografía.

Desde Amantis también se preocupan por el transporte de cuerdas y otros elementos de sumisión que emplean quienes añaden prácticas BDSM (bondage, dominación, sumisión y masoquismo) a sus relaciones sexuales. "La relación entre el BDSM y la ley cambia significativamente de un país a otro, pero siempre tiene que ver con si la práctica tiene relevancia criminal o consecuencias legales y penales. La penalización, generalmente, no se hace explicitando el BDSM, pero ciertas costumbres como azotar o abofetear a alguien pueden resultar en una pena o condena, por considerarse una violación de los derechos individuales".

Aunque parece insólito que puedan amonestar por pasar una frontera con ciertos elementos de sumisión, desde Amantis llaman a la precaución. "La mayoría de los países no condenan las prácticas de bondage y de sadomasoquismo –Gran Bretaña sí lo hace–, siempre que estén consensuadas por todos los implicados y no sean realizadas en el espacio público".

No obstante, Alemania, Austria e Italia penan las lesiones graves y este último estado, también las prácticas que causan injurias. Por su parte, Suiza considera delito la tenencia de objetos que representan actos sexuales con contenido violento y Alemania, los actos que vulneran la "buena moral".

Las vacaciones de verano suelen ser un momento elegido por las parejas abiertas para entregarse al fenómeno swinger –intercambio de compañeros sexuales–. Del mismo modo, quienes piensan que dos es un número muy pequeño para según qué cosas y conviven en relaciones poliamorosas también se entregan a los viajes estivales. Se trata de actividades lúdicas y lúbricas que pueden resultar "muy escandalosas en ciertos países, en los que se castiga el sexo fuera del matrimonio", por lo que, en caso de decidir acudir, "es mejor no explicitar estas prácticas ni llevar ningún complemento erótico que haga referencia".

El sexo extramatrimonial lleva a la prisión en Marruecos y Qatar, mientras que el adulterio supone un delito en 21 de los estados de Estados Unidos, además de en ambas Coreas, Afganistán, Arabia Saudí, Brunéi, Emiratos Árabes, Filipinas, India, Irán, Malasia, Maldivas, Nigeria, Mali, Pakistán, Sudán, Taiwán y Yemen.

DERECHOS HUMANOS. Más allá de los juguetes sexuales y de ciertas actividades y formas de vida relativas a los gustos individuales de cada quien, los derechos humanos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales o intersexuales (LGTBI+) son gravemente vulnerados en un buen número de destinos del planeta. "El colectivo LGTBI+ es uno de los que más difícil lo tiene a la hora de viajar. Llevar un libro o una película para lesbianas, un dildo anal o doble o un juego de mesa gay erótico puede acarrear problemas. En muchos países la homosexualidad está prohibida y castigada incluso con la muerte", indican en el informe de Amantis. A pesar de la homofobia institucionalizada en Rusia, Ucrania, Bielorrusia o Hungría, no aparecen en estos listados elaborados por Amantis.

En Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Somalia, Sudán del Sur y Yemen los homosexuales pueden acabar en la horca por el simple hecho de serlo.

Aun es mayor la lista de estados del mundo que encarcelan y hasta condenan a cadena perpetua a los homosexuales. Se trata de Afganistán, Argelia, Bangladesh, Baréin, Bhután, Botsuana, Burundi, Camerún, Corea del Norte, Brunéi, Coromas, Eritrea o Etiopía. Continúa esta enumeración de países que penan con prisión a las personas LGTBI+ con destinos tan turísticos como Indonesia, Malasia, Islas Salomón, Mauricio, Maldivas, Marruecos, Nyanmar, Papúa Nueva Guinea o Túnez y también en otros como Gambia, Guinea, Kuwait, Líbano, Liberia, Libia, Malaui; Namibia, Nigeria, Omán, Pakistán, Qatar, Samoa, Sao Tomé e Príncipe, Senegal, Siria, Sri Lanka, Tanzania, Togo, Uganda y Yibuti.

En lugares como Angola, Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica y Liberia el ser identificado como LGTBI+ se pena con multa o incluso la deportación, mientras que un buen número de estados, sobre todo africanos-Ghana, Kenia, Lesoto, Sierra Leona, Suazilandia y Zimbabue –y caribeños– Granada, Guyana, Islas Cook, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadionas y Trinidad y Tobago-, pero también alguno asiático –Seychelles, Singapur, Uzbekistán y Turkmenistán– o de Oceanía –Palaos, Kiribati, Nauru, Tuvalu y Tonga–, castigan únicamente la homosexualidad masculina.

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