Ismael Beiro: "Los mercados financieros son otra pata más del espectáculo"

Entró en la historia de la televisión como ganador del primer Gran Hermano. Ahora, cambia el show por las finanzas
Ismael Beiro
photo_camera Ismael Beiro. ALIENTA

El 21 de julio del 2000, nueve millones de espectadores vieron cómo el que hasta entonces había sido un desconocido joven gaditano, Ismael Beiro, se proclamaba ganador de la primera edición de Gran Hermano. Empezaba el fenómeno de los realities en España y la vida de Ismael se convertía en un auténtico torbellino. Tras haber hecho casi de todo en estos 20 años, ahora nos sorprende con su faceta de inversor, sobre la que publica un libro, La vida es trading (Alienta Editorial).

Hace un año y medio no sabía nada de la Bolsa y ahora se presenta como trader, ¿a qué se dedica exactamente?

Soy trader, pero traders, especuladores, somos todos. Tú misma, a la hora de ir por un mercadillo en cualquier ciudad del mundo estando de vacaciones, habrás regateado para comprar un souvenir. ¿Y a qué te has sentido orgullosa de comprar un producto más barato del precio de venta y, por tanto, haberte ahorrado un dinerillo?

Eso exige un aprendizaje, porque uno no se convierte en trader de la noche a la mañana.

Todos los comienzos son difíciles y más cuando se trata de números, gráficas y referencias bursátiles. con las cuales uno no está muy familiarizado. Pero te puedo asegurar una cosa: la constancia es la clave del éxito en cualquier proyecto que se inicie, porque siempre habrá momentos de desesperación. Cuando te inicias en el mundo de la Bolsa lo más probable es que pierdas tus primeras cuentas. Eso significa que ese primer dinero con el que empiezas a operar, probablemente lo vayas a perder, pero esto forma parte del aprendizaje y es algo que saben todos los traders. Entonces, es necesario. 

Es necesario, pero también hay que tratar de que las pérdidas sean lo más pequeñas posible...

La base es una buena formación, leer muchos libros especializados cuyos autores son los grandes especuladores de la historia, leer noticias económicas, estar pendiente de los mercados en el mundo.... 

Cuando te inicias en el mundo de la Bolsa lo más probable es que pierdas tus primeras cuentas

¿Cómo tomó la decisión de dedicarse a ese mundo?

Los mercados financieros son otra pata más del espectáculo. En un principio fueron Pol Mainat y su padre, Josep María Mainat, que buscaban a un presentador dinámico, divertido y sobre todo atrevido, quienes se pusieron en contacto conmigo para conducir un reality sobre Bolsa, Trader. Acepté el reto, pero les dije que antes tenía que formarme mínimamente para poder presentar un programa en el que los participantes eran profesionales de los mercados financieros. Lo que estaba claro es que no quería hacer el ridículo y de una manera u otra yo tenía que saber manejar esos términos que rodean el mundo bursátil, ya que iba a estar al frente del programa.

Y pasó de presentar un programa sobre Bolsa a dedicarse profesionalmente a ello.

Después de varios cursos y de empezar el programa fue la historia que contó Rubén Vilela, uno de los mejores profesionales del mundo (está entre los cinco primeros), sobre cómo se inició en el mundo de los mercados bursátiles, sobre cómo dejó a un lado su infancia para crecer desde los 14 años entre acciones y demás activos financieros, lo que me conquistó y quise sumergirme de lleno en esta profesión.

Acaba de presentar un libro, La vida es trading, en el que trata de demostrar que el mundo de las inversiones no es tan oscuro y complejo como nos quieren hacer creer. Le va a costar convencer a la gente de eso...

Lo que realmente quiero conseguir con este libro es que se vea que ese mundo tan desconocido de la Bolsa, sobre el que yo también tenía mis reticencias, no es tan ogro ni tan oscuro como lo pintan. Eso sí, es muy difícil. Quiero que cualquier lector entienda, con anécdotas cotidianas y ejemplos de la vida, todos los términos que rodean a los mercados financieros.

Pero de ahí a afirmar que "es más difícil servir una buena cerveza que invertir en Bolsa" hay un gran trecho.

¡En pocos lugares se sirve buena cerveza, ja, ja, ja! Esa afirmación solo es un cebo para atraer al lector, que coja el libro en sus manos, lo abra, se lea un par de páginas y se entusiasme con él. Lógicamente, es mucho más complicado invertir en Bolsa, infinitamente más complicado.

Si tuviera una buena cuenta, habría invertido en los laboratorios de la famosa vacuna

Acciones, criptomonedas, bonos... ¿cuál sería su recomendación de inversión en estos momentos?

Si yo tuviera una buena cuenta, hace ya meses que hubiera invertido en los laboratorios de la famosa vacuna y por supuesto en materias primas como el trigo o en futuros de los mercados americanos. Las criptomonedas... ¿tú puedes tocar un bitcoin como lo harías con el dinero, el trigo, el oro, el petróleo o ver la estructura industrial de una empresa que cotiza en Bolsa? Ojo con esto…

Ha escrito que "ser trader es echarle huevos a la vida y saber que no siempre se gana, porque todos perdemos alguna vez". En esa afirmación tiene que pesar su gravísimo accidente de moto en 2002, ¿es otro hombre desde que despertó de aquel coma?

Mi consejo es, para todo el mundo, que aproveche cada instante que le dé la vida. Hay personas que se pasan la vida durmiendo o tiradas en el sofá, con un mando a distancia y el móvil en la mano. Yo soy de esos que cuando me regalan algo me lo pongo, si no ese mismo día al día siguiente. Saludo a todo el mundo con alegría, me gusta trabajar con energía y aprovechar cada minuto donde esté y disfrutar de lo que veo y de lo que vivo. Lo voy a resumir con una bonita reflexión del gran Charles Chaplin: "La vida es una obra de teatro que no permite ensayos; por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida… antes de que el telón baje y la obra termine sin aplausos".

Soy de aprovechar cada instante, de los que cuando les regalan algo se lo ponen ya ese día

¿Aún arrastra alguna secuela del accidente?

Pues cuando tienes fractura de tibia, peroné y cadera, los pulmones encharcados, traumatismo craneoencefálico y pasas 42 días en coma… Al final alguna secuela te tiene que quedar. En mi caso, tras soldarse los huesos la simetría de la pierna derecha ya no es la misma, el pie derecho está limitado, no tengo olfato y tengo una grandísima distractibilidad y pérdida de atención. A mí, en un restaurante me dicen el primer plato y ya del resto solo oigo bla bla bla...

Precisamente, ¿qué siente alguien que pasó semanas en un coma inducido, luchando por su vida, al ver la despreocupación con la que mucha gente se ha comportado en la pandemia?

Yo, a todas las personas que se han pasado las medidas de seguridad por el arco del triunfo, las tendría los tres meses de verano haciendo trabajos para la sociedad a 40° al sol. Pero ya te digo yo que si alguno de ellos pillan el coronavirus, serían los primeros en denunciar estas mismas actitudes. Porque el problema no es cogerlo, es contagiarlo. En esta guerra bacteriológica y viral nosotros somos las nuevas armas, pero con dos piernas y con movilidad propia.

Como ganador del primer Gran Hermano, protagonizó un momento televisivo histórico, del que dice "el programa, como cualquier operación que a uno le sale bien en la Bolsa, tenía una recompensa para el vencedor". En aquel momento que no se sabía nada sobre realities, ¿cómo gestó sus decisiones durante los 90 días que permaneció dentro de la casa de Soto del Real?

Aunque muchos pensaron que yo era muy calculador –incluso el director del gabinete psicológico decía que tenía un cociente intelectual fuera de lo normal, aunque alguien crea que contar esto es falsa de modestia–, lo que tuve claro desde el minuto uno es que había ido a divertirme a un lugar del cual nunca iba a volver a disfrutar: un campamento de verano con piscina, huerto, gallinas y, sobre todo, unos compañeros con ganas de pasarlo muy bien y reír muchísimo, como lo que acabo de comentar hace unos instantes: de despachar buena energía. Eran todos tan buenos que cualquiera podría haber sido un buen candidato para llegar a la final de esta convivencia televisiva. 

Aunque muchos pensaron que yo era muy calculador, lo que tuve claro desde el minuto uno es que había ido a Gran Hermano a divertirme

El boom que vivió al salir, todas las posibilidades que se abrieron ante usted... ¿cómo lo valora ahora?

A todos, y cuando digo a todos me refiero también a las personas que nos representaban, se nos hizo muy grande. Si se hubiera dirigido de otra manera estoy totalmente seguro de que, con el reclamo que suponíamos en ese momento, podríamos haber hecho muchas más cosas. Ojo, ¡no me quejo!, porque yo he hecho todo lo que he querido y lo he disfrutado en todo momento, y sobre todo he podido participar en muchas causas benéficas, que es la mejor manera de agradecer a Dios que tengamos salud mi familia y yo. 

Los realities han dado pasos de gigante y sus concursantes han llegado a profesionalizarse, ¿qué le parece?

Al final, lo que una cadena necesita es audiencia y si un personaje está testado y funciona y suma la media del programa, y además tiene un gran número de seguidores en redes sociales –no olvidemos que la audiencia social, que es como se le conoce, tiene un papel muy importante hoy en día en todos los medios– pues es normal que haya concursantes profesionalizados en los realities. Y más si se trata de una cadena privada que cotiza en Bolsa, en la que hay que orientar todo el trabajo a obtener resultados. 

Mercedes Milá ha dicho: "Mi Ismael es tan listo que todos deberíamos leer este libro para sacar tantos beneficios como él está sacando". Veo que siguen manteniendo una relación muy especial.

Mercedes Milá es la mejor presentadora que ha podido tener un reality en este país, y explico por qué: ella, cuando empezaba Gran Hermano, se encerraba en su casa de la sierra de Madrid y era una espectadora más, lo vivía, se quedaba dormida con la tele puesta, y de ahí que cuando defendía a un concursante era porque lo conocía, lo había visto en las famosas cámaras de seguimiento de 24 horas que tenían en Mediaset. Y al contrario, cuando se posicionaba en contra de alguien es porque había visto que su actitud no era la más favorable. 

Se formó como ingeniero superior marítimo y ahora ha descubierto el atractivo de los mercados bursátiles, pero antes probó como actor y presentador de radio y televisión. ¿Cuántas reinvenciones suyas nos quedan por ver?

Te contaré un secreto: yo soy de los que un día estoy tomando un vino en una terraza y se me acerca alguien y me dice, por ejemplo, "quiero montar una empresa de camisetas" y me siento con él y me llevo tres días elucubrando en cómo convertirla en la mejor marca de camisetas del mundo. Soy una auténtica startup con patas.

Comentarios