Invasión verbenera en San Martiño con el duelo entre Panorama y París de Noia

Una parroquia de Foz de solo 600 habitantes recibirá el sábado a 20.000 fans. Los líderes de las orquestas reconocen que supone un aliciente añadido e incluso ya es tradición compartir escenario para tocar una canción
Miles de personas en la macroverbena de San Martiño el año pasado. Al lado, una de las cantantes de la orquesta París de Noia
photo_camera Miles de personas en la macroverbena de San Martiño el año pasado. Al lado, una de las cantantes de la orquesta París de Noia

SAN MARTIÑO de Mondoñedo volverá a convertirse un verano más durante un día en el epicentro festivo de A Mariña. Esta parroquia de Foz, que no llega a los 600 habitantes, alberga desde hace años, dentro de sus fiestas del Carmen, un duelo entre las dos orquestas más seguidas y admiradas de Galicia, la Panorama y la París de Noia. Los organizadores aguardan que la asistencia a la verbena de este sábado multiplique por más de 30 a la población de la parroquia, alcanzando las 20.000 personas. "Pasou de ser unha festa de aldea a un evento social", resume Bárbara Ramos, responsable de Protección Civil en Foz. Una auténtica invasión.

Son muchos los mariñanos, sobre todo adolescentes y veinteañeros, que marcan en rojo esta fecha en su calendario veraniego. Como si del Resurrection o la Maruxaina se tratara, la verbena del sábado en San Martiño atrae a gente de toda la comarca e incluso de mucho más lejos, como reconoce Ramos. "Temos atendido a xente de Sarria que nos dixo que viñera a propósito", asegura.

Toda la gente que ha pasado por sus manos estos años le ha dejado algunas anécdotas para el recuerdo. "O ano pasado houbo un rapaz que no camiño á festa rompeu tibia, peroné e nocello, e a súa maior preocupación era que non puidera beber nin unha soa cervexa!", rememora.

El poder de atracción de Panorama y París de Noia es innegable y los propios músicos reconocen que ante una verbena de estas características intentan siempre dar un punto más. "El trabajo y el espectáculo es el mismo que el resto del verano, pero es cierto que fiestas como esta, donde se junta un número de gente superior al habitual, suponen un aliciente añadido", reconoce Blas Piñón, director y cantante de la París que este año tampoco podrá subirse al escenario debido a que todavía se está recuperando de una rotura de tibia y peroné.

La impresión de Lito Garrido, líder de la Panorama, es muy similar: "Facemos o noso repertorio normal, pero é unha das festas máis potentes do verán e a colaboración da xente é especial. Lévante xa eles sós e é todo máis fácil".

Blas también admite que "las verbenas en las que se juntan las dos orquestas son especiales siempre, sobre todo por la expectación que se genera", apunta. "Son sempre festas especiais, porque ademais, desde que empezou a crise, xa non coincidimos tanto. Antes tocabamos xuntos dez veces e este ano só levamos dúas e en xullo só o faremos no San Martiño e nas Somozas", destaca Lito.

RIVALIDAD SANA. El líder de la París de Noia apunta que existe rivalidad entre ambas orquestas, pero no más que con cualquier otra y siempre bien entendida. "Hay rivalidad, pero nos conocemos desde hace muchos años y tenemos amigos allí. Cuando vas a trabajar respetas a todo el mundo, pero siempre procuras dejar tu sello. Después el público es el que hace de juez, aunque lo realmente importante es que, juntando las actuaciones de ambas, haya una buena verbena y tanto nosotros como el público nos marchemos contentos", afirma.

Lito va más allá y recuerda que en el San Martiño ya es tradición "que cantemos algunha canción as dúas orquestras xuntas. É algo improvisado e a canción decidímola o mesmo día. Sempre acostuma a ser algunha do verán, xa que son as que cantamos todos", relata el líder de la Panorama.

MEDIDAS ESPECIALES. Para explicar la repercusión que ha adquirido esta fiesta basta con comprobar los medios que son necesarios desplazar. Seguridad privada; patrullas de Guardia Civil, Policía Local y Nacional; voluntarios de Protección Civil y un servicio de limpieza que incluye una pala, camiones y un grupo de trabajadores del Concello de Foz, junto a otros contratados por la comisión. "En Protección Civil habitualmente non cubrimos as festas, salvo que nolo pida a comisión, pero nesta estamos un mínimo de cinco persoas. E o Concello ten que pedir colectores de lixo a municipios veciños, porque póñense 50 por toda a festa", relata Ramos, que reconoce que es un día de estrés para su equipo: "Nós pasámolo mal, porque ás veces non é nada doado controlar a tanta xente".

El cambio que experimenta en 24 horas San Martiño de Mondoñedo es brutal: "É espectacular, porque a parroquia queda toda preparada para a festa. Péchanse accesos e habilítanse uns cantos prados como aparcamento, pero así e todo quedan coches fóra".

Este volumen de gente y vehículos complica todavía más el trabajo de Protección Civil, cuyos miembros tienen que redoblar esfuerzos para garantizar la atención. "Cubrimos as incidencias menores, como poden ser cortes, e cando son cuestións máis complicadas temos unha ambulancia para derivalos ata a estrada xeral, onde espera outra que os leva ata o hospital. Empregamos unha ambulancia normal porque moverse polos arredores da festa é un auténtico follón ás veces", relata Bárbara Ramos.

ALQUILER DE BUSES. Otro factor que explica a las mil maravillas el movimiento de gente que supone el San Martiño es la cantidad de buses y vehículos particulares que se desplazan ese día hasta esta parroquia de Foz. Los que pone la propia comisión parten de Viveiro, Mondoñedo y Vegadeo, ya en el Occidente astur.

Pero las pandillas de chavales de la comarca también se organizan para no perderse esta cita. "Nosotros hemos alquilado un bus para 55 personas de San Cibrao y Burela. No sabíamos muy bien cómo ir, nos comentaron que el bus que sale de Viveiro acostumbra a llegar lleno a San Cibrao y tampoco queríamos depender de taxis o del tren, así que nos decantamos por el bus, porque es más cómodo. Ponemos el horario que queremos tanto para ir como para volver y nos deja al lado de la fiesta", comenta Adriana Rivera, una de las jóvenes que el sábado se acercará a la fiesta desde San Cibrao.

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