Identifican una nueva terapia contra el alzheimer que autorregula las células del paciente

Demuestran en ratones cómo unas células liberan proteínas favorables para las neuronas 

Neuronas.EP
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Investigadores del Instituto de Neurociencias de la Universitat de Barcelona (UBNeuro) han identificado una potencial estrategia terapéutica contra el alzheimer en la que las propias reacciones de las células del paciente autorregulan las dosis del tratamiento de forma dinámica, personalizándose. El trabajo, publicado en Journal of Neuroscience, ha demostrado en un modelo de ratones que los astrocitos —un tipo de células del cerebro— son capaces de liberar proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas, y abre la puerta al uso de este tipo celular en terapias, a la vez que ahondan en el conocimiento de la fisiología de estas células. 

Aunque el uso en humanos de esta terapia aún estaría muy lejos, los investigadores apuntan al empleo de astrocitos a partir de células madre pluripotentes inducidas como una prometedora estrategia terapéutica que podría explorarse. "Una posibilidad sería que en un futuro se pudieran derivar células madre inducidas de la piel de los propios pacientes, y posteriormente modificarlas genéticamente in vitro" para que expresaran las proteínas necesarias", ha explicado el director del estudio, Albert Giralt, en un comunicado de la UB. 

El siguiente paso sería "trasplantarlas en las regiones cerebrales más alteradas de los pacientes para promover la supervivencia y el funcionamiento adecuado de las neuronas existentes", ha detallado. La neurodegeneración en pacientes con alzheimer produce un deterioro de la memoria y otras habilidades cognitivas, y una de las terapias más prometedoras es el uso de una familia de proteínas que favorece la supervivencia de las neuronas conocidas como factores neurotróficos: en concreto, el factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC, en inglés BDNF). 

A pesar de esto, la administración de FNDC plantea retos importantes, como la falta de control sobre el tejido al que se dirige y los niveles —en dosis demasiado altas pueden ser neurotóxicas—.

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