Huelva con el paladar

La ciudad andaluza se ha proclamado este año como la Capital Gastronómica Española, lo que hace que se convierta en el momento perfecto para visitarla

Es considerada como una de las puertas de Europa al Atlántico. De ella partieron las famosas tres carabelas que, capitaneadas por Cristóbal Colón, descubrieron América hace 525 años. Ocupa, pues, un lugar indispensable en la historia mundial y, en particular, en la de Iberoamérica: es Huelva, una ciudad que este año es Capital Gastronómica Española.

No le viene grande este reconocimiento a Huelva porque la tierra y el mar, unidos a un clima que le reporta temperaturas medias de 18,2 grados centígrados al año y alrededor de 3.000 horas de sol, hacen de ella un lugar propicio para el florecimiento de cultivos y productos alimentarios de primera calidad.

Hablar de Huelva es hablar de su gamba blanca, de la mojama de Isla Cristina, del jamón ibérico de bellota de Jabugo, del aceite de oliva virgen extra, de la fresa o del vino de El Condado. Desde los entrantes hasta el postre de una buena comida pueden hacerse con lo mejor de los productos de la popular gastronomía onubense.

Para dar a conocer todos estos productos y platos típicos, el programa de la Capital Gastronómica es amplio, con festivales, encuentros, catas y mucho más. La última novedad es el programa Huelva Gourmet, visitas guiadas gratuitas por sus calles con una temática específica (inscripciones a través del teléfono 959251218 o del correo electrónico turismo@ huelva.es).

La ruta Tierra de Vinos está disponible los martes a las 21.00 horas y en ella se realizará un recorrido por calles y zonas de la ciudad con establecimientos, tabernas y restaurantes vinculados con la amplia tradición bodeguera de Huelva. Rincones Ibéricos se concibe para conocer más sobre unos de los productos más característicos de la gastronomía onubense; los elaborados a partir del cerdo ibérico. Cada miércoles a las 21.00 horas, los participantes se acercarán a calles de la capital donde poder degustar y comprar estos afamados productos.

Organizarse por rutas no es una mala idea para centrarse en aquello que preferimos ver

Para los más golosos, la ruta Huelva Dulce ilustrará sobre la rica historia confitera de la ciudad a través de sus elaboraciones más emblemáticas. Para ello, todos los jueves a las 19.00 se paseará por zonas donde encontrar confiterías, pastelerías y establecimientos con el mejor surtido de dulces. Por último, los mercados de la capital ofrecen una variedad infinita de productos frescos: pescados de la costa, carnes ibéricas, vinos de la tierra, setas, frutas, hortalizas… En la ruta Mercados de Huelva, se visitarán los de El Carmen y San Sebastián cada viernes a las 11.00 horas.

MUCHO MÁS. Pero Huelva es en realidad un destino nacional que este año no puede escaparse a los amantes de los viajes. El turismo gastronómico no resta relevancia tampoco al histórico y cultural si se opta por una escapada a Huelva.

Organizarse por rutas no es una mala idea para centrarse en aquello que preferimos ver. Para los amantes de los museos, diseñar una ruta por el Museo Provincial, el centro de visitantes Puerta del Atlántico y Anastasio Senra (La Calatilla) o la Casa Colón y el Gran Teatro, estos dos últimos sedes del Festival de cine iberoamericanoes una opción interesante. Allí se pueden ver las huellas que el período megalítico o la cultura tartésica y romana dejaron, pasando por el legado británico arraigado en la ciudad o conocer más a fondo su importante historia marítima.

De todos ellos el más importante es el Provincial. Inaugurado en 1973, posee una importante colección arqueológica, con objetos de la época megalítica hallados en La Zarcita de Santa Bárbara de Casa y El Pozuelo en Zalamea la Real. También se encuentra el tesoro Tartéssico procedente de la necrópolis de La Joya, además de diferentes artefactos fenicios y griegos. Para los amantes del arte religioso, la ruta por una decena de iglesias, conventos y santuarios les dará una idea del rico patrimonio que ostenta. Entre ellas, la Catedral de La Merced, iglesia que forma parte del antiguo convento de los mercedarios fundado en el siglo XVII.

Tampoco se puede pasar por alto el convento de Las Angustias, el santuario de La Cinta, la iglesia de San Pedro (erigida en el siglo XIV sobre los vestigios de una antigua mezquita mudejar) o la de La Soledad, que fue la primera parroquia de Huelva y el lugar donde capturaron al poeta Miguel Hernández en su huida a Portugal durante la Guerra Civil.

En el núcleo urbano son interesantes los demominados cabezos, elevaciones sobre las que se asientan los 'lanis' marineros, en torno a los cuales se han ido desarrollando diferentes barriadas

UN PASEO. Dar un paseo por la ciudad siempre es placentero, con rincones con encanto como la plaza de Las Monjas, el parque Moret, el más antiguo de la ciudad, con 72 hectáreas de naturaleza dentro de la ciudad, lo que lo convierte en el parque urbano más grande de la ciudad y uno de los más grandes de Andalucía, y el barrio Reina Victoria, cuya arquitectura original era la típica de casas inglesas unifamiliares que, con el paso de los años, dio cabida a otras viviendas de estilo andaluz, neomudéjar y colonial.

Ya en la periferia de la ciudad destacan dos grandes zonas naturales. Las Marismas del Odiel conforman un paraje natural ubicado entre la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel, ocupando 6.775 hectáreas. Fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1983 y en sus terrenos destacan los restos del asentamiento árabe de Saltish, la Isla de en medio o la Marisma del Burro. Cercana a ella se encuentra la playa del Espigón Juan Carlos I, de arenas finas y doradas en la cara que da al Atlántico, surgida a raíz de la construcción artificial del espigón de Huelva.

De nuevo en el núcleo urbano son interesantes los demominados cabezos, elevaciones sobre las que se asientan los 'lanis' marineros, en torno a los cuales se han ido desarrollando diferentes barriadas. Aunque la ciudad no siempre ha sabido integrarlos en su paisaje y algunos ya han desaparecido, todavía son visibles cabezos como el de Mundaka, la Joya, la Esperanza, San Pedro, la Almagra o, principalmente, El Conquero, que es uno de los lugares más destacados de la ciudad.

Isla Cristina: Además de conocer la lonja, también es recomendable visitar las marismas que, con sus más de 2.000 hectáreas, fueron declaradas Paraje Natural en 1989

Si llega el momento de disfrutar de un buen atardecer, es casi indispensable hacerlo en el muelle de Riotinto, rehabilitado en 2007 y que, asomado al paraje natural de las marismas, ofrece al caer la tarde una visión del atardecer onubense inigualable. Permite adentrarse en plena desembocadura del río Odiel en un agradable paseo al caer la tarde, con la brisa del mar y el atardecer en la ría de Huelva, que ofrece una paleta de colores malvas, lilas y dorados harán de extraordinario colofón de la visita.

ISLA CRISTINA. Hablar de la gastronomía de Huelva y no hacerlo de Isla Cristina es casi pecado. Su gamba blanca ha adquirido fama mundial, por lo que, aprovechando esta celebración, es un buen momento para conocer su tradicional subasta de pescado y ver de primera mano todo el trajín diario para abastecer de su producto a diferentes puntos de la península. Hoy en día el puerto pesquero es el número uno en España junto con el de Vigo.

Verano puede ser la mejor época del año pasar disfrutar de la isla, sobre todo por el buen ambiente y sus playas. Además de conocer la lonja, también es recomendable visitar las marismas que, con sus más de 2.000 hectáreas, fueron declaradas Paraje Natural en 1989. Y, sin duda, sus playas. Hasta diez arenales se pueden encontrar en su término municipal. Muchos son muy conocidos y concurridos pero también hay opciones si se busca tranquilidad.

Comentarios