Gloria Lago se queja a la Rae por defender los topónimos gallegos

La defensa de la inmersión lingüística en catalán y de la forma oficial de los topónimos expresada por el nuevo presidente de la Real Academia Española (Rae) no ha gustado a Galicia Bilingüe. Por ello, la presidenta del colectivo, Gloria Lago, ha remitido una carta al propio José Manuel Blecua en la que asegura que en "todas las comunidades con dos idiomas, la conservación de las lenguas diferentes del español está siendo monopolizada por sectores con grandes intereses económicos, grupos de poder e incluso por algunos fanáticos que han pasado del enamoramiento a la obsesión".

En una entrevista un medio de comunicación catalán tras ser elegido presidente de la RAE, Blecua aseguraba hace un par de semanas que el catalán está en una situación más débil "frente a la potencia del castellano" y que "necesita ayuda". "Eso explica por qué se utilizan procesos como la inmersión lingüística", apostillaba. Sobre sus palabras ha opinado Lago, quien entiende que la defensa de la inmersión en la lengua propia de las comunidades autónomas ha provocado "muchos padres entristecidos" que se han dirigido a la asociación que esta profesora representa para quejarse.

A Lago tampoco le ha gustado que el filólogo considerase "lógico" que los hablantes de lenguas distintas del español "sientan que están menospreciados sus topónimos" al 'castellanizarlos'. Y ello porque Blecua defendió en la misma entrevista las formas Lleida, Girona o A Coruña. Al entender de Galicia Bilingüe, las palabras "y también los topónimos los van creando los hablantes por cuestión de utilidad, necesidad o voluntad colectiva" en lengua española. Un hecho que, según ha constatado, se viene realizando "a lo largo de los séculos", por lo que ha calificado las formas castellanizadas de esos topónimos como "un tesoro más de la lengua que no debería ser robado".

En su carta, Lago también ha criticado que en los colegios gallegos se asocie "la lengua española con la dictadura franquista y la invasión de los Reyes Católicos", así como que se "anime" a los jóvenes a convertirse en 'neofalantes' (en gallego) "como restitución de una supuesta deuda con sus genes", prosigue la carta, en la que Lago insiste en que la educación bilingüe "debe ser voluntaria porque todo esfuerzo precisa una motivación".

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