Pecados confesables: "Me arrepiento de no atreverme a hacer cosas"

Francisco Narla: ''Al conocer la tragedia de los Alpes sentí desagrado''

El escritor lucense reedita ‘Caja negra’, obra publicada en 2010, vuelve a estar de actualidad por la similitud de su trama con el siniestro aéreo de Germanwings al sur de Francia franceses el pasado mes de abril. Nunca pudo imaginar que la ficción acabaría convirtiéndose en realidad cinco años después de haber escrito su libro. El escritor y comandante de línea aérea, que en los próximos meses publicará su novela número cinco, Donde aúllan las colinas, habla de cómo vive estos momentos
El escritor y también piloto originario de Lugo Francisco Narla
photo_camera El escritor y también piloto originario de Lugo Francisco Narla

Nadie se podía imaginar cuando Francisco Narla (Lugo, 1978) escribió su segunda novela, Caja Negra, en 2010, que la ficción acabaría convirtiéndose en realidad cinco años después. El escritor y comandante de línea aérea, que en los próximos meses publicará su novela número cinco, Donde aúllan las colinas, habla de cómo vive estos momentos.


Es inevitable hablar de Caja Negra y no hacerlo del accidente. ¿Le incomodan las comparaciones?
Lo que resulta incómodo es que es una desgracia terrible. Eso es lo desagradable, que haya ese trasfondo tan trágico. Incluso resultaría desagradable no habiendo escrito una novela con una trama similar. Por lo demás, tengo claro que escribí la novela hace cinco años y su relevancia ahora es algo que no puedo controlar. Podría negarme a hacer entrevistas o haberle dicho a Planeta que no aceptaba una nueva edición, pero no creo que fuera necesario. Hemos dejado que las cosas fluyeran a medida que fueron sucediendo, y han sido el público y los medios los que han ido generando el interés.


Hay gente que podría decir que se aprovecha de la tragedia.
No se me ha ocurrido un adjetivo razonable, pero ha caído todo sobre su propio peso. La novela no estaba descatalogada, estaba en su segunda edición. No había 20 ejemplares por librería pero estaba a disposición del público. Todos han tenido claro que la novela estaba y que han sido los acontecimientos los que la han convertido en lo que se ha convertido. No sé en qué acabará la cosa.


¿Fue un poco como una bola de nieve?
He dicho varias veces estos días que me han atropellado los acontecimientos o que me ha sacudido el éxito, y es que ha sido así. Me fue sacudiendo poco a poco y ya he hecho entrevistas internacionales para Colombia, México, Francia o Gran Bretaña y han ido saliendo unas de otras, se alimentan.

''He dicho varias veces estos días que me han atropellado los acontecimientos o que me ha sacudido el éxito, y es que ha sido así''

¿Cuál fue su reacción al ver que la escena que escribió se convertía en realidad?
Supongo que es una de esas cosas que te quedan grabadas en la memoria. Estaba en el salón, no estaba prestando atención a la declaración del fiscal, pero tenía interés por dos motivos: primero, porque era extraño que diesen información tan pronto, y, por otro lado, como cualquiera que tenga relación con la aeronáutica, veía con cierta desconfianza el modelo de avión porque ya había tenido problemas. Y cuando el fiscal empezó a desgranar una sucesión de acontecimientos similares a los que había escrito, tomé asiento y me empecé a sentir incómodo y con desagrado, no podía dejar de pensar en esa parte de la novela.


¿Habrá un antes y un después en la seguridad y el seguimiento de los pilotos tras el accidente?
Aunque no podemos olvidarnos de que el avión sigue siendo el medio de transporte más seguro, esto marcará un antes y un después incluso a nivel de transporte en general. Porque no es una cuestión de que sea un avión o no, es la primera vez que, de manera fehaciente, tenemos pruebas de que una persona ha hecho ese daño de forma deliberada. Y eso cambia las cosas porque, primero, hay que aceptar que la seguridad total no existe. Segundo, que nunca vamos a tener respuestas porque al único al que podríamos hacerle preguntas ha muerto llevándose la vida de ciento y pico personas con él. Se nos puede exigir más, pero el problema no es que exijas más a los que ya están cumpliendo con su trabajo. El problema es la voluntad de hacer daño que coarta el sistema.


En Caja Negra mezcla sus conocimientos sobre aviación, sobre la tradición gallega y las supersticiones, el mundo de la parapsicología... ¿Cómo se crea este cóctel?
Un buen escritor tiene que buscar algo más que un decorado interesante. Un piloto de línea aérea que es un asesino y que va a estrellar un avión es una idea muy potente, pero tiene que haber algo más. Si intentas escribir una novela las buenas ideas pierden valor si no les añades los aderezos necesarios. Y en el caso de Galicia, siempre ha sido protagonista en todas mis novelas, me siento en deuda con ella. Además, soy un obsesionado con escribir sobre aquello que conozco. Cuando no conozco algún tema lo investigo con la mayor profundidad posible. El lector se merece que no lo decepcione.


Dice que Thomas, el protagonista, es una versión pervertida de James Bond. ¿Cómo se crea una versión mala de alguien tan bueno?
Soy un lector empedernido y en casi todas mis novelas hay juegos, guiños y homenajes a aquellos escritores que han marcado mis etapas como lector. Quería a alguien atractivo, muy bien vestido, con gustos refinados, que tuviese una personalidad muy marcada. Y me di cuenta de que era una especie de James Bond pero pervertido, al que convertí en sociópata. Me pareció que estaba bien y que era un juego y un homenaje cariñoso a Ian Fleming.

Lo bueno de los lectores es que compran mis novelas, se han interesado por ellas y eso me ha permitido, aunque sigo volando, estar con jornada reducida, por lo que puedo llevar una vida más tranquila

Están trabajando en un proyecto llamado Lendaria, que busca rescatar las leyendas y mitos de la tradición oral gallega. ¿Qué tal va?
Va lento. Es un proyecto muy bonito y para el que nos gustaría contar con más apoyos de los que tenemos hasta el momento. La idea sería hacer un simposio anual o bianual que diera marco a muchas de las cosas que están en nuestra cultura tan especial. Pero es un tema peliagudo porque nos gustaría hacerlo gratuito, pero entonces tiene que haber un inversor. Cuando uno lo quiere hacer bien lo quiere hacer limpio. Y más en estos momentos que la corrupción está a la orden del día. Si vendiera cinco millones de novelas, crearía la Fundación Narla para hacer Lendaria.


¿Cómo acaba un comandante de línea aérea escribiendo novela histórica?
La culpa es de Saint-Exupéry. Siempre he dicho que por su culpa quise hacerme piloto y escritor. Me hizo soñar siendo un niño lector que se apasionó con El Principito y con Vuelo Nocturno y sus historias, su vida y su leyenda fueron las que me llevaron a seguir sus pasos. Y a la hora de escribir, que sean históricas siempre ha tenido que ver con el hecho de que creo que el escritor debe escribir sobre lo que le gustaría encontrar en las librerías. Y cuando eres un lector un poco ecléctico como yo, a veces puedes escribir histórica y otras veces puedes escribir intriga.


¿Escribir o volar?
No es fácil porque las dos son mis pasiones. Es cierto que escribir te permite tener una vida -pensando en tener tiempo con la familia, estar en casa- un poquito mejor. Porque volando pasas mucho tiempo fuera de casa, a veces los horarios son muy duros... No es fácil. Más fácil, más cómoda es la vida del escritor. Cuando tienes 25 años te hace ilusión pasar una noche en Buenos Aires y tres en Bangkok, pero a medida que pasan los años te quieres asentar. Aunque no creo que dejara nunca de volar. Si vendiera esos cinco millones de libros me compraría un avión privado, si fueran unos pocos menos, una avioneta. Volar es importante para mí.


Pero ya habrá reducido las horas de vuelo.
Lo bueno de los lectores es que compran mis novelas, se han interesado por ellas y eso me ha permitido que, aunque sigo volando, estoy con jornada reducida, por lo que puedo llevar una vida más tranquila. Me siento muy agradecido a mis lectores por esa confianza que demuestran. Pero hay que ser realista y humilde en la vida. ¿Y si la siguiente novela sale mal? No puede uno dejar una fuente de ingresos fija sin estar seguro de estar cubierto.


Dice que le gustan los bonsáis, la pesca con mosca, la acuariofilia... No son precisamente las aficiones más clásicas. ¿Alguna más?
Me gusta estar continuamente aprendiendo y es habitual que cada cierto tiempo encuentre algo a lo que le dedico un tiempo y luego no me cala tan hondo y ya no le presto tanta atención. Desde la equitación al dibujo, tenis de mesa... Siempre he sido de mente inquieta y me gusta aprender cosas nuevas. Me defino como un ignorante muy esforzado, que intenta luchar contra esa ignorancia. Es raro que no esté leyendo o aprendiendo algo en cualquier momento. Creo que es una forma buena de trabajar como escritor porque te permite conocer muchas cosas distintas.


Su próxima novela, Donde aúllan las colinas, iba a publicarse el 5 de mayo y se retrasó por la reedición de Caja Negra. ¿Alguna novedad?
Hasta dentro de un mes y pico o dos no creo que podamos fijar un calendario editorial. Todo dependerá de cómo vaya todo con Caja Negra porque apoyar dos lanzamientos de un mismo escritor es complicado. Lo siento por los lectores y, además, la última novela es tu niña más mimada hasta que sale la siguiente. Siempre hace ilusión porque es la más cercana, en la que crees haber mejorado más y estar más preparado para conectar con el público. Yo también estoy ansioso porque salga.


Y, si se puede comentar, ¿algún proyecto en el que esté trabajando?
Es curioso porque los editores nos riñen cuando hablamos de lo que está por venir. Y ahora, teniendo una novela en el mercado, puedo hablar de la próxima porque ya estaba anunciada. Pero de lo siguiente no puedo decir nada. Solo diré que espero poder sorprender de nuevo al público.

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