Eva Ruiz: "Limpiar genera felicidad y quema calorías"

Fregar el baño no gusta, ni planchar, ni ordenar la cocina. El libro Lo que se ensucia se limpia desvela las claves para luchar contra la desgana y vivir mejor.
Eva Ruiz, autora de 'Lo que se ensucia se limpia'.
photo_camera Eva Ruiz, autora de 'Lo que se ensucia se limpia'.

Eva Ruiz dice que no hay que obsesionarse con la limpieza, pero advierte que la suciedad estará esperando hasta que alguien le haga caso. En Lo que se ensucia se limpia ofrece consejos para mantener el equilibrio del bienestar y no morir en el intento.

Su libro comienza con una definición de felicidad.
Sí, porque al principio el enfoque era cómo limpiar para ser feliz. Parto de que el desorden genera caos, estrés, conflictos en las familias. Limpiar ayuda a estar más tranquilos.

Realmente limpiar no gusta, pero el resultado de hacerlo encanta.
Eso es, yo incido en la sensación de satisfacción posterior a la acción de limpiar.

¿Pero tan malo es un poco de desorden?
No hay que obsesionarse. Yo hablo de una limpieza normal, no de desinfectar la casa como si fuera un quirófano. No hay que tener todo perfecto, lo importante es empezar a hacerlo y luego mantenerlo. No tiene que estar impecable, sino cómodo. La casa es para vivir, no un museo.

¿Usted qué propone?
Hay tres claves: establecer rutinas, ser constante y repartir tareas. No puede haber una persona, habitualmente una mujer, que se responsabilice de todo. No sirve que me digas que tú lo haces mejor o más rápido. Ni somos imprescindibles, ni nacimos enseñadas, ni llegamos a todo. Todos los miembros de la familia tienen que responsabilizarse de alguna tarea adaptada a su edad, a lo que se le dé mejor a cada uno, a lo que les guste...

La clave está en establecer rutinas, ser constante y repartir las tareas domésticas

Ese reparto parece incluso más inalcanzable que mantener la cocina limpia.
Lleva tiempo, no se hace de un día para otro, pero es necesario. Por ejemplo, a los niños hay que introducirlos en el reparto desde pequeños, para habituarlos a las tareas. El estado de tu casa no solo depende de ti, sino que se necesita colaboración y voluntad por parte de todos los que viven en ella.

Pero siempre hay algo más divertido para invertir el tiempo. ¿Cómo se consiguen las ganas de limpiar?
La desgana es normal. Si eres consciente de que no lo quieres hacer, eso se vence con hábitos y con rutina. Te puedes tomar tu día de relax, la suciedad te va a esperar. Lo malo es que cuando vuelvas va a estar ahí. Y si realmente tienes un problema muy grave de tiempo o de ganas, puedes contratar ayuda externa.

Habla de familias, pero quien vive solo no tiene con quién repartir.
En ese caso es más fácil porque el calcetín va estar donde lo dejaste cuando vuelvas.

Reconozca que limpiar es una tarea desagradecida.
Sí, el resultado dura poco. Mañana va a estar mal otra vez, por eso no hay que obsesionarse, sino buscar el punto de comodidad.

La desgana se vence con hábitos. Puedes tener tu día de relax, la suciedad te va a esperar

¿Qué es lo primordial?
La limpieza de la cocina y del baño. Son las zonas donde hay que ser más higiénicos, por salud y seguridad. El resto se va haciendo. No se trata de limpiar las persianas a diario.

Dice que limpiar produce endorfinas, la hormona de la felicidad.
Cuando limpias estás en movimiento y esa actividad produce endorfinas. También se queman calorías, unas 145 kilocalorías al barrer y unas 260 con la fregona. Si haces limpieza a fondo acabas agotada y con agujetas.

En su libro trata temas que parecen obvios, pero que no siempre se tienen en cuenta. Por ejemplo, un clásico, cómo tender para no planchar.
Se puede planchar una camisa de forma puntual, pero para el día a día hay que ser prácticos. Hay que tender bien la ropa y doblarla en cuanto seque. No sirve de nada si la acumulas encima de una silla.

Sus vídeos sobre este tema triunfan en su canal @evalaordenada.
Sí, enseño cómo tender y doblar la ropa y doy consejos de orden y limpieza.

Como por ejemplo...
Tenemos un problema grave de apego a las cosas. Hay que saber desprenderse de lo material. Da pena, pero es necesario. No se puede guardar todo. Yo aprendí a ser minimalista yendo de cámping porque no se puede llevar todo y hay que sobrevivir con lo justo. Pues en casa igual. No se puede guardar todo. Lo que no se usa o no se necesita se puede donar o vender. La ropa, los juguetes... la cocina es un punto de acumulación tremendo de tarros y utensilios que no se utilizan nunca. Pero de lo que más cuesta desprenderse es de la ropa.

Por mucho hábito que tenga, no puede ser que usted consiga hacer todas las tareas domésticas sin que le importe.
No lo consigo. Me mata hacer la comida todos los días. No tanto por cocinar, sino por pensar qué hacer, por los preparativos que la tarea implica.
 

EN DETALLE
► El nuevo libro de Eva Ruiz está en las librerías desde el 11 de enero. Lo que se ensucia se limpia, de Ediciones Martínez Roca, se ha publicado en formato tradicional y electrónico.

► Eva Ruiz tiene en su canal de Instagram @evalaordenada 250.000 seguidores. Sus tutoriales sobre cómo hacer determinadas tareas domésticas tienen especial éxito entre su público. Trata temas obvios, pero que generan quebraderos de cabeza en la mayoría de los hogares: compras compulsivas, orden en el armario, en la cocina, en la despensa, la suciedad que genera el perro... cuestiones que desesperan a diario.

► La autora ofrece pautas para realizar las tareas domésticas con agilidad y efectividad, para no destinar a la limpieza y el orden más tiempo del imprescindible. 

 

Comentarios