Precipitaciones de cerca de 900 litros metro cuadrado de media, un 32 por ciento inferiores con respecto a un año con valores normales, 42 grados de temperatura máxima en Arnoia en julio, y de -10º, en diciembre, en Calvos de Randín, son datos que figuran en el informe climatológico de 2011 que hoy ha dado a conocer la Xunta.
El informe destaca la persistente situación anticiclónica durante la primavera y el otoño del pasado año que llevaron a la comunidad a sufrir una prolongada sequía y una elevada temperatura.
Según la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras el mes de abril fue el de una mayor anomalía positiva de temperaturas, 4.5ºC más de lo habitual, y en lo que a lluvia recogida fue un 44 por ciento menor que el valor climático entre 1971/2000.
Otro mes especialmente caluroso fue el de mayo, con temperaturas por encima de lo normal de 2.7ºC para esta época del año y precipitaciones un 64 por ciento menores de media climática.
Sin embargo, recuerda el informe de MeteoGalicia que los meses de julio y agosto, por contra, registraron temperaturas más bajas de lo normal debido a la presencia de aire frío, y las precipitaciones se distribuyeron de forma muy heterogénea en esos meses en que las Rías Baixas fue la zona más húmeda.
Excepto en el mes de agosto las precipitaciones recogidas fueron menores, las diferencias más destacables se registraron en septiembre y especialmente en diciembre en el que se registro cerca de cien litros metro cuadrado de media, mientras que en el periodo anterior se llegaron a los 200 litros metro cuadrado.
