Síndrome postvacacional, ''un invento'' del que sólo se habla en España

El llamado síndrome o depresión postvacacional ''no existe'', es ''un invento sin ninguna base médica o científica'' del que por cierto ''solo se habla en España''.

Así de tajante se muestra Cristóbal Gastó, catedrático en Psiquiatría de la Universidad de Barcelona y médico consultor del hospital Clínic, quien advierte que la depresión ''sí es una enfermedad muy seria, que afecta a un 20% de la población en todo el mundo y que aún mata a gente por suicidio''. ''En Alemania, Francia, Reino Unido e incluso Italia hace ya semanas que se han reincorporado al curso normal y no he visto que nadie hable de esto'', destacó Gastó.

Según este experto, el término 'depresión postvacacional' comenzó a utilizarse hace 15 o 20 años por parte de la prensa en España, cuando ''las vacaciones eran muy largas, de un mes de duración'', y este fue precisamente el motivo del malestar que se intentaba definir.

Lo que realmente sucede sin embargo ''es que la gente vuelve agotada de sus vacaciones'', prosiguió, que tal como se hacen aquí ''son cansadas, largas y muy peligrosas'', bromeó el experto. ''Si usted regresa de un vuelo de 8 horas y al día siguiente se pone a trabajar y se siente mal, no debe pensar que tiene depresión, simplemente está agotado'', subrayó.

Gastó recordó que ''las vacaciones pagadas son un derecho del trabajador precisamente al descanso'', pero apuntó que ''nadie dice que debamos pasar un mes entero en la playa, asándonos al sol, con los niños quemándose o de verbena en verbena''. ''Hay quien incluso comete la inconsciencia de irse con amigos'', y con todo esto ''es muy normal que volvamos cansados'', sentenció.

A su juicio, volver a la rutina ''cuesta y fastidia'', pero es ''un estado de ánimo normal'', que no debe preocuparnos.

Cada vez más intolerantes
El catedrático alertó también sobre ''la banalización y la popularización'' en el uso de términos psiquiátricos como depresión o paranoia, algo que según él ocurre porque ''la mente humana fascina y despierta mucha curiosidad''.

Ello puede resultar contraproducente para la gente que realmente padece estas patologías, señaló, y advirtió que ''utilizamos la palabra depresión para hacer referencia a estados de ánimo normales como pena, tristeza, mal humor, preocupación o irritabilidad''.

En su opinión, se debe a que ''cada vez somos más intolerantes con las emociones negativas de los demás'', y como ejemplo puso al compañero de trabajo que un día llega malhumorado a la oficina. A no ser que él mismo lo diga, todo el mundo piensa que ''le pasa algo raro'', pero a muy pocos se les ocurre preguntar ''qué te pasa'', cuando lo habitual es que tenga un hijo enfermo o cualquier problema cotidiano, concluyó.

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