El Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha propuesto una indemnización de al menos 5.000 euros para una paciente de 36 años que quedó estéril tras una operación quirúrgica que ella no había consentido, según informó la asociación El Defensor del Paciente. La afectada, natural de la comarca pontevedresa de O Morrazo, acudirá a la vía judicial al no estar conforme con la compensación que propone la Administración sanitaria gallega.
Los hechos ocurrieron en el Hospital Provincial de Pontevedra en julio de 2006, cuando la paciente se iba a someter a una ligadura de trompas en este centro sanitario, una operación que se utiliza como método anticonceptivo y que, no obstante, ofrece la posibilidad de "acudir a una reconversión" para que la mujer pueda volver a quedarse embarazada.
Sin embargo, a la afectada se le practicó una salpingectomía, consistente en un corte de las trompas de Falopio para impedir que el óvulo pase al útero. Esta operación dejó a la mujer "estéril de modo irreversible", operación para la cual no había dado ningún tipo de autorización.
Respecto a la cuantía de la indemnización, esta asociación considera una "tomadura de pelo" que el Sergas valore en 5.000 euros la esterilidad de la paciente, y adelantó que prevé acudir a la vía contencioso-administrativa. Además, denuncia que la mujer sufrió una perforación del útero que le ocasionó una hemorragia interna, por lo que tuvo que ser reoperada. Esto le ocasionó "unas cicatrices antiestéticas y meses de baja por depresión", sostiene esta organización.
Finalmente, la asociación El Defensor del Paciente insiste que este caso supone un "punto de inflexión" en cuanto a la importancia del consentimiento informado del paciente, ya que la consecuencia ha sido "la privación de un órgano de un paciente". "No se puede actuar sin el consentimiento del mismo sobre su cuerpo, salvo casos urgentes, pues ello supone la violación de un derecho fundamental", añade.
