La conciencia ambiental se ha consolidado entre la sociedad gallega en los últimos años no sólo a causa de las catástrofes ecológicas que ha sufrido Galicia sino como parte de un movimiento mundial de compromiso con el cuidado del medio natural.
El ejemplo más claro, a nivel gallego, lo presenta la catástrofe del Prestige en el 2003. Con el nacimiento de los colectivos Nunca Máis o Burla Negra, el movimiento verde salta a la agenda política; posteriornente los incendios incontrolados que asolaron los montes gallegos en el 2006 evidenciaron la necesidad de unirse para preservar nuestros montes, mares y ríos.
Cada vez son más los partidos políticos que incluyen demandas ecologistas en sus propuestas electorales, ya que el icono 'verde' atrae a un buen número de votantes. "La sociedad ha dejado de pensar en el ecologismo como una asunto de segunda y ha pasado a ser una materia transversal", argumenta la asesora jurídica de la asociación ecologista Amigos da Terra, Montse Valencia.
Sin embargo, las reclamaciones verdes se limitan, en muchos casos, al papel de los programas de los partidos políticos. El Partido dos Verdes presenta , en palabras del miembro de la Coodinadora Verde en Galicia, José Balado, "una alternativa clara al oportunismo electoral".
Partido dos Verdes Galego
El Partido dos Verdes Galego surge, según José Balado, "para llenar el vacío de la representación verde que se puede observar en el panorama político gallego que se limita en muchos casos a listas electorales creadas ex profeso para unas elecciones, bien municipales, bien locales".
El nacimiento del Partido Verde Galego fue anunciado el pasado mes de julio con la asistencia de la copresidenta del Partido Verde Europeo, Mónica Frassoni, como representación del movimiento ecologista de la Unión Europea y con la participación de la plataforma estatal Coordinadora Verde, en la que se integrará el colectivo gallego.
Su trabajo, coordinado con el colectivo estatal y otros grupos de base ecológica, se dividirá, según aseguraron en la presentación del partido, "en una acción política verde como medio para que la sociedad gallega pueda informarse, formarse, comunicar y participar en su consecución".
La presentación de listas electorales no es un fin inmediato para los miembros del Partido Verde Galego;"pretendemos constituír una estructura estable que ayude a hacer un movimiento político fuerte en contacto con las asociaciones y la gente", asegura Balado.
"Tenemos como objetivo colaborar con las asociaciones ecologistas gallegas, aunque a muchas de ellas no les gustan las relaciones con la política", subraya Balado y define el partido como un "instrumento para la lucha política desde el trabajo social hecho por el asociacionismo". Así mismo declara que tienen como objectivo "la creación de una organización política, social y ecológica que aglutine el movimiento verde gallego".
Su objetivo es llegar a la sociedad con un mensaje convincente en el que se lea que "Galicia contribuirá al cambio social y ecológico que necesitamos", afirmaron en el acto de presentación.
"El núcleo del grupo lo conforman unas 30 o 40 personas que están realmente interesadas en el proyecto", declara Balado, "pero contamos con muchos simpatizantes y gente que colabora ocasionalmente". No obstante en las elecciones al Parlamento de Galicia en el 2009 Los Verdes- Grupo Verde Europeo consiguieron una cifra de 4.780 votos, según datos publicados en su página web.
Asociaciones ecologistas
Las reacciones de los colectivos verdes son diferentes pero en general se muestran abiertos al nuevo partido. Por ahora, la plataforma no ha contactado formalmente con las asociaciones ecologistas gallegas.
En el caso de Adega, su secretario ejecutivo, Fins Eirexas, afirma que aunque "la asociación no va a participar, como colectivo, ni siquiera indirectamente, en ninguna iniciativa que tenga como objectivo la constitución de un partido verde", puede haber diálogo en cuestiones que tengan que ver con propuestas ecologistas.
Se muestran, así, abiertos a la inclusión de sus propuestas en el programa del partido, argumentando que "no se pueden confundir los objetivos, que pueden ser comunes, con los métodos", recalcando que los procedimientos políticos divergen del camino que sigue el asociacionismo.
Amigos da Terra se muestra más receptiva al proyecto político, su asesora jurídica, Montse Valencia, afirma que "el trabajo de las asociacions ecologistas no va a substituír el trabajo político por el medio ambiente, las consideramos dos técnicas complementarias y necesarias", pero reconocen que los partidos verdes están entre la ciudadanía y tienen calado en la sociedad. Al mismo tiempo declaran "no rechazar de primera mano su colaboración" pero recalcan que el Partido dos Verdes Galego, es un partido muy nuevo y debe "perfilar unas metas claras".
Sin embargo, Eirexas declara que "el futuro del ecologismo gallego no pasa por la vía política", "creemos que hay que mantener siempre la independencia, tenemos que estar por encima de los vaivenes políticos para mantener nuestro mensaje". Subraya que los ecologistas no pueden apostar todas las cartas a la política, piensan que "hay otros instrumentos más valiosos como el trabajo y la concienciación social".
Retos y desafíos
Desde Amigos da Terra recalcan que existe una gran necesidad de cumplir de las normas ambientales, que deben ser, según Montse Valencia, "acatadas y no interpretadas por los jueces". Como principal reto plantean la promoción de la participación ciudadana y de educación ambiental tanto a niños como a a adultos.
"Nos preocupa que se pierda entre la sociedad gallega la conciencia ecologista", afirma el respresentante de Adega, Eirexas al hablar de los nuevos retos que enfrenta el movimento verde gallego. Eirexas sostiene que estamos en un momento de involución social y ambiental y que el objetivo principal que cabe marcarse desde el asociacionismo ecologista es parar esta desmovilización.
Adega subraya que "el trabajo social, por el que luchamos desde hace 35 años es diferente al trabajo político que está sometido a la coyuntura del momento", y, por lo tanto, da a entender que el ecologismo se preservará en el seno del asociacionismo.
