El ex abogado de Pablo Ibar admite que ''problemas personales'' afectaron a su trabajo

Kayo Morgan, ex abogado del vasco Pablo Ibar, ha reconocido ante un tribunal de Miami que una enfermedad y los problemas con su esposa, que era drogadicta, mermaron la eficacia de su defensa del preso de origen español, que fue condenado a la pena de muerte.

''Fueron los peores tres años de mi vida y coincidió con el juicio de Pablo Ibar'', afirmó Morgan en respuesta a las preguntas del nuevo abogado, Benjamin Waxman, que pretende se anule la condena porque en el juicio se violaron los derechos constitucionales del acusado.

Manipulación de pruebas

Según su testimonio, estos problemas personales impidieron a Morgan solicitar determinadas pruebas en la que luego la acusación se basó para exigir la condena del joven vasco.

En concreto, no pidió la asistencia de un experto en identificación facial que se pronunciase sobre si la persona que aparecía en un vídeo de los hechos registrado por una cámara de seguridad de la vivienda era Ibar. Según la familia del español, la cinta fue manipulada con una fotografía del joven.

Además, la defensa asegura que se ocultaron intencionadamente algunas pruebas para inculpar a Pablo Ibar, como una camisa negra de manga larga que, al parecer, fue hallada en el lugar de los hechos y que, según el fiscal, era la que llevaba Pablo. Sin embargo, en ella se detectaron cabellos y ADN que no se corresponden con los del acusado.

La representación legal de Ibar sostiene también que se suprimió una pista relativa a un posible sospechoso que se correspondía con un retrato robot del presunto asesino.

Recurrirán al Supremo
Si el tribunal declara nula la condena a muerte, el juicio volvería a repetirse desde el principio y Pablo Ibar estaría en la misma situación que el día en que fue detenido.

Si el juez falla de nuevo en contra, la familia recurrirá al Supremo, lo que supondría un largo proceso con un coste económico próximo a los tres millones de euros.

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