El Gran Hermano español no cansa. Y no lo decimos porque seamos el único país en el que este ejercicio de vouyerismo haya alcanzado su edición número 16, sino porque lo ha hecho consiguiendo despertar el interés de más gente que el año pasado, dejando claro que no hay desgaste, al menos por ahora, por parte del público. El estreno del espacio de Mercedes Milá, que este año contó hasta con una boda en directo en su apertuta, reunió al 24,8% de la audiencia, lo que supone 2,4 puntos más que GH15.
De este modo, en la parrilla solo sobrevivió Antena 3 a los enredos de Guadalix cosechando un buen 19.1% con la emisión de Django desencadenado, de Tarantino, en El Peliculón.