El BNG pide que los ríos gallegos sean declarados libres de futuros embalses

La portavoz del BNG en la Comisión de Medio Ambiente, Isabel Sánchez Montenegro, ha presentado una iniciativa por la que solicita que los ríos gallegos sean declarados libres de futuros embalses.

En concreto, y "ante el anuncio" de la Consellería de Medio Ambiente de "adjudicar nuevas minicentrales" en los ríos de competencia autonómica, el BNG pidió a la Xunta que "revise" el Plan Sectorial Hidroeléctrico y "declare los ríos gallegos como libres de nuevos aprovechamientos hidroeléctricos", informó la organización política en un comunicado.

Estudio sobre la calidad del agua
Además, los nacionalistas solicitaron al Gobierno gallego que inste al Ejecutivo central a la paralización de nuevos embalses en la Cuenca Hidrográfica del Miño-Sil y a la realización de un estudio de carácter global sobre el estado y la calidad de sus ríos.

Sánchez Montenegro denunció que los ríos gallegos se encuentran "en peligro" debido a la "sobreexplotación con presas hidroeléctricas", y advirtió de que "más del 70% ya son inaccesibles a las especies migratorias".

La diputada nacionalista apuntó que Galicia, "con sólo el 5% del territorio del Estado y el 7% de la población, genera el 25% de toda la electricidad de origen hidráulico" de España, de la que "el 34% se exporta fuera" de la comunidad, pero "esta sobreproducción no redundó en un mejor abastecimiento eléctrico a las poblaciones y comarcas gallegas".

Escasa energía, enorme impacto
Sánchez Montenegro denunció que esta sobreexplotación de los ríos gallegos se produce también "a costa de la pérdida de la riqueza ecológica irreversible y daños" en los sistemas fluviales gallegos.

En el caso de las minicentrales hidráulicas "que quiere volver a autorizar el Gobierno de Feijóo", la diputada del BNG destacó que apenas producen el 2,5% de toda la energía que genera Galicia, lo que demuestra "su escasa importancia" en términos de producción eléctrica, "mientras que su impacto ambiental es enorme".

Añadió que esas instalaciones "son, en realidad, un negocio particular de unos pocos, que están arruinando una parte substancial del patrimonio natural de los gallegos".

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