Eduardo García Llama: "Collins hacía símiles de tauromaquia y habló de la bota de vino"

El físico de la Nasa y escritor Eduardo García Llama ha transcrito al idioma de los mortales todos los documentos sobre el viaje del hombre a la Luna en su libro Apolo 11

Eduardo García Llama. NASA
photo_camera Eduardo García Llama. NASA

El paseo lunar cumple 50 años y lo hace en medio del debate sobre un viaje tripulado a Marte. Este programa se llama Orión y cuenta en sus filas con el español Eduardo García Llama. El físico contempla el desarrollo de una nueva nave que vuelva a la Luna pero que llegue también al planeta rojo. 

García Llama ha volcado su pasión por el espacio sideral con la publicación de Apolo 11, un libro en el que narra para el común de los mortales todos los documentos sobre el proyecto que puso al hombre en superficie lunar. 

¿Por qué ha narrado de manera tan común un hecho que acostumbra ser tratado de manera documental y científica? 
Siempre he creído que la historia a nivel humano que hay detrás de la misión merece ser contada y conocida. Hay un componente de la misión que es tan importante como lo técnico: el carácter de la tripulación. Tengo la impresión de que esta facción no se ha abordado con la suficiente profundidad y si la gente la conociera, le interesaría mucho más la misión. 

En su libro Apolo 11: La apasionante historia de cómo el hombre pisó la Luna por primera vez habla de esta tripulación, ¿quiénes eran ellos en realidad? 
Cada uno tenía sus particularidades, eran bastante distintos entre ellos a nivel personal. Coincidían en que estaban acostumbrados a correr riesgo en situaciones límite. Neil Armstrong fue piloto de combate en la Guerra de Corea, Aldrin también. Collins no llegó a la guerra pero se entrenó para ello. Armstrongs era callado y reservado, alguien que era difícil de descifrar. Aldrin era ambicioso profesionalmente, tenía aspiraciones personales muy grandes, no se interesaba por lo mundano como el béisbol. Collins era el distendido y dicharachero, alguien con quien tomarse una caña aunque tuviese unas reflexiones muy profundas. A la vuelta de la Luna era el que más hablaba con Houston, hacía símiles de tauromaquia y habló de la bota de vino. Todos ellos eran muy inteligentes. 

Llegaremos a Marte. Y estoy seguro de que en 2020 habrá una persona sobre la Luna

Durante esta misión, ¿los astronautas se saltaron alguna norma? 
No se dio la circunstancia para ello. Pero lo cierto es que entre los que planeaban la misión existía la duda del comportamiento de Armstrong sobre ciertas normas. Para el descenso del módulo lunar en la superficie había reglas, entre ellas que el radar de alunizaje procesase datos de altitud antes de que llegase a 3 kilómetros de la superficie. Esto no se había hecho nunca y no se sabía qué haría Armstrong si esto falla. Él nunca tomó una posición, no le gustaba la confrontación. Algunos pensaban que las normas podrían admitir flexibilidad por parte del piloto en tiempo real y otros se negaban, las normas debían cumplirse. Armstrong haría lo que él creyera en el momento. Durante el alunizaje, desde la Tierra vieron que los niveles de presión estaban muy altos y en la nave les contestaron que ya no había nada más para liberar. En el intercambiador de helio había combustible congelado, lo cual impedía el proceso de despresurización necesario para el aterrizaje. Debido a los niveles, se sabía que en algún momento habría una detonación. Aunque no sería grave, no se podía medir con toda seguridad las consecuencias. Desde la Tierra se trabajó en una solución y fue incluso comunicada, pero fue la temperatura del suelo lunar, calentado por el Sol, la que descongeló el tapón. 

¿Y se llegó a temer por sus vidas en algún momento? 
Sí. Por supuesto. En todas estas misiones hay altos riegos. Para que te hagas a la idea, imagina que te vas de vacaciones y te dicen que hay entre un 5 y 10% de posibilidades de que no vuelvas. Estas cifras eran sus cálculos personales sobre el peligro. Durante los despegues están sentados sobre toneladas de combustible, sistemas eléctricos y pirotécnicos, partes móviles de la nave... 

¿Por qué no se ha realizado en 50 años otro viaje a la Luna? 
Por motivos económicos. Son costes altos y difíciles de justificar en la coyuntura de estos años. Ahora es un buen momento. 

Usted forma parte del proyecto tripulado a Marte, ¿se llegará al planeta rojo? 
Llegaremos a Marte. El caso es cuándo. Y estoy seguro de que en la década del 2020 volverá a haber una persona sobre la Luna.

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