"No dudo de los pinchazos, sí de que sean casos de sumisión química"

El catedrático de Toxicología de la USC, Manuel López-Rivadulla, no cree que se pueda inocular un fármaco como método de sumisión química
El catedrático Manuel López-Rivadulla. EP
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El catedrático de Toxicología de la USC, Manuel López-Rivadulla, no cree que se pueda inocular un fármaco como método de sumisión química. "No dudo de los pinchazos, pero sí de que se inyecten sustancias para anular la voluntad de alguien", explica.

Recuerda que es imposible poner una inyección intramuscular sin que la persona que la recibe se percate, que sería lo que un agresor que utiliza la sumisión química pretendería. Tampoco valdría una dosis "universal" ya que dependería del peso de la persona, no resulta sencillo poner una inyección si no se está mínimamente formado y menos en un lugar oscuro y con personas en movimiento. Además, el acceso a fármacos inyectables que hicieran a quien los recibiese perder el conocimiento es muy complejo y limitado.

López-Rivadulla recuerda también que no se tiene conocimiento de "ninguna agresión sexual después de un pinchazo" y cree que la proliferación de casos puede deberse a un efecto de imitación. Explica que la sustancia más utilizada en los casos de sumisión química siempre ha sido el alcohol.

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