ES POSIBLE que nunca hayan oído hablar de mushing. O sí, porque Galicia cuenta en Valdoviño con un gran exponente mundial de este deporte de equipos de perros de trineo, cuyo devenir se fragua en parte en las pistas de la parcelaria vilalbesa, a donde el Galizamushing acude periódicamente para entrenar a sus perros.
Roberto Lorenzo y Belén Montero, a quienes ayuda Pablo Rodríguez, además de sus doce alaskan hound, son el único equipo gallego en la modalidad de tiro largo. El desconocimiento del mushing eleva la dificultad de salir adelante, pero no frena su lucha por ser competitivo y disfrutar de esta modalidad.
Su rutina abarca un día de descanso, otro de rodamiento en Loira, Valdoviño -dos horas en las que los animales siguen a Roberto en el quad para mantener la forma física y analizar sus capacidades- y otro de entrenamiento con los perros enganchados a la guía del carro (o trineo si es en nieve) en Vilalba. ''En Ferrolterra no hay ningún sitio donde entrenar y Vilalba es el más cercano. Tampoco hay un circuito, pero sí parcelarias por las que no cruza ninguna carretera'', explica.
Su rutina abarca un día de descanso, otro de rodamiento en Loira, Valdoviño -dos horas en las que los animales siguen a Roberto en el quad- y otro de entrenamiento con los perros enganchados a la guía del carro (o trineo si es en nieve) en Vilalba
En cuanto a la alimentación, los perros ingieren mezcla de pienso con unos 250 gramos de carne de primera, además de la hidratación pertinente administrada dos horas antes de realizar los entrenamientos.
''Hay cuatro cosas fundamentales: tener buenos perros, buen material, un sitio donde entrenar en condiciones y una alimentación de primera para los perros, con el coste diario que conlleva'', resumen los integrantes del Galiza Mushing. Roberto Lorenzo y Belén Montero coinciden además en destacar que, a pesar de los esfuerzos que conlleva esta disciplina deportiva, el trato con los animales, con los compañeros de competición y las experiencias adquiridas, compensa los malos momentos.
TRAYECTORIA. El Galizamushing nació en 1997, cuando Roberto, que devoraba libros de este tipo de carreras que transcurrían por el norte de Europa y Alaska, empezó a tener perros de razas nórdicas. Compite desde 1999 y ha cosechado numerosos títulos, entre ellos un subcampeonato de Europa en 2010 y un campeonato de España en 2014.
''Hemos decidido que los perros mueran con nosotros y así va a ser, aunque no sea lo ideal para ser competitivo'', explica la pareja
Ahora, en la recta final del 2015, afrontan el comienzo de una nueva temporada que se prolongará hasta marzo. Su objetivo no pasa por las grandes marcas, sino por participar en dos importantes citas europeas: la Valgaude, que se celebra en los Alpes de la Provenza francesa y la carrera de Todtmoos, Alemania. ''No son campeonatos del mundo ni de Europa'', explica Lorenzo, pero son lo que al ciclismo el Tour de Francia.
De hecho, mientras continúen con el actual equipo de perros, no podrán clasificarse para ningún mundial o europeo, ya que la ''Federación Española de Mushing implantó una normativa por la que no se puede correr con perros mayores de diez años. Puedo correr en cualquier país de Europa, pero no puedo competir en España'', dice Lorenzo, que destaca el absurdo de la norma y explica que tiene perros con más de diez años y que el menor tiene ocho.
En cualquier caso, no piensan reemplazarlos: ''Hemos decidido que los perros mueran con nosotros y así va a ser, aunque no sea lo ideal para ser competitivo''. Añaden que este año se han federado en España porque su amigo, el olímpico Alejandro Gómez, les invitó a hacerlo a través de su club ''y queremos hacer fuerza. Si no, me federaría en Francia'', aclara Roberto, destacando la estricta normativa europea sobre el cuidado de perros, hasta con controles de dopaje para canes y corredor.
