Diez años de la exhumación de Priaranza

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, fundada hace 10 años a raíz del hallazgo en Priaranza del Bierzo (León) de un fosa común con los restos de trece fusilados durante el franquismo, sostiene que la ley en España para reparar a las víctimas sigue siendo "insuficiente".

El presidente y uno de los impulsores de esta asociación, Emilio Silva, recuerda en una entrevista concedida a Efe cómo el encontrar aquí a su abuelo, fusilado por su empeño en obtener una escuela pública y laica para su pueblo, su vida cambió e inició una nueva al frente de una asociación que en sus primeros diez años de vida ha ayudado a desenterrar a cerca de 1.500 personas en 150 fosas comunes.

Silva recuerda que fue la tarde de un 23 de octubre cuando la excavadora, que estaba buscando algún indicio en este municipio berciano situado a nueve kilómetros de Ponferrada, halló un zapato entre la tierra, "un resto de vida humana" que fue el preludio de la aparición de los restos de estos trece hombres fusilados el 16 de octubre de 1936.

Si bien el presidente destaca que obtuvo apoyos de escritores como Manuel Vázquez Montalbán o José Saramago, también reconoce que después de este hallazgo algunos dieron la voz de alarma y aseguraron que los nietos de los represaliados "querían vengarse" por lo sucedido hace décadas.

Detrás de esto, Silva asegura que se encuentra la "incultura" sobre los derechos humanos que hay en España, un país "incapaz de reconocer" que detrás de esta labor de recuperación de cadáveres no se encuentra un fin partidista, sino el deseo innato al ser humano de dar justa sepultura a sus familiares.

Aunque normas como la Ley de la Memoria Histórica han previsto subvenciones para los familiares y las víctimas, Silva subraya que esto no es suficiente, pues es el Estado el que tendría que poner los medios necesarios para desenterrar a los 113.000 desaparecidos.

El presidente ha puesto como ejemplo de buen hacer a Argentina, donde se derogaron todas las normas equivalentes a la Ley de Amnistía española y se ha iniciado un proceso "imparable" de juicios a más de cien militares de la dictadura que dominó el país desde 1976 hasta 1983.

Según reconoce, hace falta tiempo para que una sociedad civil se fortalezca y se pueda "plantar cara" a los responsables de un régimen totalitario. En España, este proceso se podría haber abordado desde finales de la década de 1980, cuando "el franquismo había dejado de ser una gran banda armada" y ya se estaba bajo el paraguas de la Unión Europea y la OTAN, pero no se hizo, ha lamentado.

A pesar de que han pasado varias décadas desde que se produjeron estos fusilamientos, afirma que una parte de la sociedad española aún tiene que superar los prejuicios inyectados por el aparato propagandístico del régimen, que "demonizó" a una parte de la población durante casi cuatro décadas.

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