Dispuesta a revelarse contra las exigencias de la sociedad, Diana López Varela (Pontevedra, 1986) retrata en su libro Maternofobia a una generación de mujeres presionada para colocar la maternidad en el centro de su vida. La periodista gallega cuenta con el testimonio de varias mujeres, pero también habla de su experiencia frente a un embarazado no deseado.
¿Cómo nace ‘Maternofobia’?
A raíz de un embarazo no deseado. Hasta los 30 años viví completamente ajena a la maternidad, tenía otras prioridades. Tuve la necesidad de hablar del aborto como catarsis y de reflexionar sobre por qué las mujeres españolas somos las que menos hijos tenemos.
¿Y cuál es la teoría de por qué las españolas tienen menos hijos, o los tienen más tarde?
Por la situación laboral y económica. Es muy complicado sostener una familia con los sueldos y los alquileres actuales.
¿Y por qué cree que la gente tiene hijos?
Lo que no sé es por qué los tiene.
Lo relaciona con un tema de economía familiar.
Quien tiene dinero puede ser madre. Uno de cada diez niños nacen por técnica de reproducción asistida. Las mujeres pagan para ser madres. Es un lujo.
En ‘Maternofobia’ asegura que hay madres tardías por la situación económica. ¿Cree que es un freno para buscar trabajo?
Estoy segura. Es lo que se conoce como muro materno. En otras palabras, la dificultad para ascender en un puesto de trabajo cuando eres madre. Las mujeres sin hijos tienen hasta seis veces más probabilidades de ser promocionadas para un puesto de trabajo. La realidad es que la maternidad penaliza a las mujeres.
En su libro habla de su propio aborto y de las críticas que recibió. ¿De quién, principalmente?
De los médicos. Recibí un cuestionamiento bastante heavy. Es una tónica general en la sanidad pública y privada por lo que he hablado con otras mujer.
El porno es más nocivo que fumarse un porro. Estamos creando manadas de violadores
Asegura que falta perspectiva de género en ginecología. ¿A qué se refiere en concreto?
Necesita un enfoque más feminista. Ir más allá de si estás en buena edad y si tienes dinero para mantener a un bebé. Hay que separar el aborto de la baja natalidad. Una mujer que toma esa decisión, la toma tras meditar mucho, necesita apoyo, no reproches. Falta comprensión y sobran juicios de valor. Algunos médicos se toman licencias que no les corresponden.
¿Hay más presión para tener hijos ahora o antes?
Ahora. Antes era automático. Una mujer se casaba y se daba por hecho que iba a tener hijos. Ahora no. Nosotras somos el fallo del sistema. Estamos imponiéndonos a esa norma universal de que la mujer en pareja se tiene que reproducir.
Y esas presiones, ¿se reciben por parte de hombres o de mujeres?
De mujeres. Está el cuestionamiento de: "Y tú, ¿por qué no?". Nos preocupamos demasiado por los hijos que tienen el resto, si van a ser madres, más jóvenes o más mayores. Es una carga mental.
Hablamos de aborto, pero ¿qué opina de los vientres de alquiler?
Es una pena. Utilizamos nuestra situación de privilegio del primer mundo para explotar a mujeres pobres. Tiene mucho que ver con la presión que hay para ser madres y además, madres biológicas. Los estados deberían apoyar más la adopción para que sea más barata y más sencilla.
Desviándonos un poco del tema. Entre los jóvenes existe el chantaje del condón. Si uno de los dos se niega a ponerse el preservativo al otro le cuesta negarse a tener relaciones sexuales. ¿Qué opina?
Es un retroceso enorme. Este chantaje es una forma de maltrato. Los chicos cada vez son más machistas. Exigir eso es violencia sexual. Esto es la herencia de la pornografía.
Culpa al porno del incremento de la violencia sexual.
Los chavales aprenden este tipo de prácticas sexuales. El porno, cuyo relato es el maltrato a la mujer, es la escuela de educación sexual de los jóvenes. Las chicas creen que la posición de sumisión en la sexualidad y en la vida es lo que mola. El porno es más nocivo que fumarse un porro. Estamos creando manadas de violadores.
