Dani Martínez: "Hacía una ruta de verbenas cuando veraneaba en Galicia"

Con su humor espontáneo, muchas veces improvisado, Dani Martínez llega el sábado a Lugo para hacer reír con su nuevo espectáculo No os preocupeis... Ya lo digo yo, en el que parece que va a hablar de cosas serias, pero no lo son tanto
Dani Martínez. AEP
photo_camera Dani Martínez. AEP

El humorista leonés Dani Martínez aterriza en el auditorio municipal Gustavo Freire en medio de su nueva gira de monólogos que lo llevará a pasearse por medio país. 

Su gira se llama No os preocupéis... Ya lo digo yo. ¿Qué nos tiene que decir? 

Las cosas del día a día que están delante de nuestros ojos y parece que nadie se da cuenta. Es un título en el que parece que me voy a meter en charcos muy gordos pero al final hablaremos de Andy y Lucas y Maluma. 

Suele decir que lo que hace no son monólogos, sino verbenas. 

Sí, porque el público participa como si fuera una verbena. En ellas no hay distancia entre el público y la orquesta, son un solo ser. Eso pasa en este espectáculo. 

¿Era un habitual de las verbenas, las de verdad, las de orquesta? 

Muy habitual y las echo mucho de menos. Es de lo que más ganas tengo. Y de pequeño, cuando veraneaba en Galicia, también hacía ruta de ellas por las Rías Baixas. 

¿Algo que no pueda faltar en una verbena que se precie?

El popurrí de pasodobles de Manolo Escobar. No hay ni una sola orquesta que no lo toque. 

¿Cómo se ha encontrado al público en su reencuentro en los teatros? 

Entregado, vital, divertido, cariñoso… Es lo que más me gusta de mi trabajo, el teatro. Tener a la gente cerca y disfrutar todos juntos. La gente tenía ganas de pasarlo bien y nos están ayudando mucho en esta vuelta. 

En sus espectáculos una buena parte es improvisación. ¿Qué hace falta para ser bueno? ¿Se entrena? 

Al final como me dice Flo: ‘Dani, tú eres un cómico de vida’. Y eso quiere decir que yo no baso mi humor en chistes escritos, sino en cómo me relaciono con la gente. Por eso improvisando estoy cómodo, porque en el teatro actúo como en una cena de amigos. El entrenamiento es este: muchas cenas de amigos. 

Además de humorista y actor, también es imitador. ¿Recuerda cuál fue su primera voz? ¿Cuál le piden siempre? 

Pues las primeras que hice fueron los personajes de Ángel Garó en el Un, dos, tres. También hacía muchas mujeres como a Carmen Sevilla, Ana Torroja, Lola Flores… Ahora mismo ya no sé cuál es el número de voces que hago, tengo muy abandonado el mundo de la imitación. Mi camino ha ido por otro sitio aunque es un recurso que siempre tengo ahí. La que sigue siendo un hit es Boris (Izaguirre). 

Sin embargo hubo un tiempo en el que rechazaba las propuestas en las que le pedían que imitara voces. ¿Por qué? 

Mi objetivo era ser un showman, no un imitador. Quería utilizar la imitación como un recurso más. Gracias a arriesgar y decir no a muchas propuestas llegó Tonterías las justas y después de eso dos series, he doblado películas, presentado concursos, he sido jurado de Got Talent… Todo ello alejado de la imitación, así que creo que me salió bien la jugada. 

Hablando de series, ¿prefiere ser Dani o personaje de ficción? 

Yo estoy más cómodo si soy Dani. Desde mí, tengo más recursos. 

Fue en esos tiempos, cuando decía que no a algunas propuestas, cuando comenzó su idilio con Flo. 

Así es. Flo cambió mi carrera completamente. La gran oportunidad de mi vida es conocer al mejor cómico de este país y que encima sea el tipo más generoso que conozco. Aprendí mucho a su lado y me hizo crecer. A día de hoy hablamos casi todas las semanas, compartimos ideas y le consulto muchas cosas. Flo es familia. 

¿Volverán juntos a los teatros? 

Con él siempre están abiertas todas las posibilidades. 

Él fue a Masterchef Celebrity por Santiago Segura, ahora es su turno. ¿Le veremos en las cocinas?

Si es para ir a comer puede ser, a cocinar no me veo porque soy muy justito. (Risas). El que cocina bien es mi hermano Nacho y si quiero comer de lujo voy a su casa, que lo tengo al lado. 

¿Pero hay algún plato con el que se luzca? 

Vayan a la anterior pregunta y lean el nombre de Nacho. 

Su hermano es cámara de televisión. ¿Viene de familia lo de dedicarse al sector? 

Él siempre quiso ser cámara antes de que yo me dedicara a esto. Cuando solo actuaba en las fiestas del colegio y poco más, Nacho ya decía que quería dedicarse a grabar con la cámara. Esto nos ha unido porque nos apasionan nuestros trabajos y están en el mismo sector. Nunca antes alguien de la familia se había dedicado a los medios delante o detrás. 

Y, precisamente, trabaja en Got Talent. ¿Le pide consejos? 

Él estaba en Got Talent antes de que yo fichara por el programa y va diciendo por ahí que me enchufó. Al principio me explicó cómo funcionaban las grabaciones y cuál era el sistema, así que fui con ventaja respecto a otros jueces. 

¿Hubo alguna actuación en la que dijera: ‘¡Cómo me gustaría saber hacer eso!’? 

El 90%, pero sobre todo la gente que baila bien… Estoy cerca, pero no llego a ese nivel. 

Los comienzos en la tele son difíciles y el suyo estuvo marcado por la serie SMS, donde lo acabaron rechazando. ¿Cómo lo recuerda? 

Fue duro porque era joven y creía que había perdido la oportunidad de mi vida. Pero aprendes que siempre hay otra oportunidad y que cuando las cosas van mal no eres la gran mierda y que cuando las cosas van bien, no eres el rey del mambo. Tienes que ser tú mismo, aceptar los momentos, trabajar, insistir y todo llega. 

Pero hay cosas que nunca cambian. ¿Sigue siendo "ultrafán" de Julio Iglesias?

Siempre.

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