Los dos países más contaminantes empiezan a pensar en verde

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Las estadísticas son asombrosas: juntos, China y Estados Unidos son responsables de 40 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque Estados Unidos es el mayor contaminante mundial de la historia, las emisiones de China se dispararon en los últimos 20 años.

Y en 1992, China producía 2,5 gigatoneladas anuales de dióxido de carbono. Ese número aumentó a más de siete gigatoneladas anuales, sobrepasando los registros de Estados Unidos. La Agencia Internacional de Energía pronostica que, de continuar con los niveles actuales, las emisiones chinas se incrementarán a 12 gigatoneladas por año para 2030. Además, 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo están en China. Y Beijing emite seis veces más partículas contaminantes que Nueva York.

Compromiso de los dos mayores contaminantes
Los datos hablan por si solos. Conseguir un acuerdo 'casi' unánime en la cumbre sobre el clima que la ONU ha organizado en Copenhague del 7 al 18 de diciembre no servirá de nada si en ese 'casi' no están los dos países responsables de poco menos de la mitad de las emisiones responsables del efecto invernadero. Sin embargo, ambos han dado un importante paso al frente.

China ha anunciado que se comprometerá a reducir entre un 40 y un 45% la intensidad energética --emisión de dióxido de carbono por unidad de PIB-- en el 2020 con relación a los niveles del 2005. Entre el 2006 y el 2010, el Gobierno chino se había comprometido a reducir esta intensidad energética un 20%, por lo que el nuevo compromiso, que llega diez días antes de que se celebre la cumbre de Copenhague, supone doblar los esfuerzos del país más contaminante del mundo.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha acabado definitivamente con las dudas y críticas ante la posibilidad de no respaldar con su presencia la cumbre del clima. La Casa Blanca anunció que el dirigente estará en la reunión el día 9, la víspera de acudir a Oslo a recoger el Premio Nobel de la Paz.

Aunque despierta dudas el momento elegido para la visita, al inicio de la cumbre y no al final –cuando se celebrará la reunión de líderes y es de esperar que se adopten más compromisos–, lo que es más importante del anuncio es que, por primera vez, pone sobre el papel el compromiso que Obama planteará: lograr para el año 2020 reducir "alrededor" del 17% la emisión de gases respecto a las cifras del 2005 y hasta un 83% para el 2050.

Si se compara con 1990, año de referencia en el Protocolo de Kioto, el descenso del 17% anunciado por Obama equivale a un 4%, lejos de la propuesta aprobada por la Unión Europea (–20%), de los planes de Japón (–25%) y de las recomendaciones del grupo de la ONU sobre cambio climático (entre -25% y -40%). De hecho, también es menos que lo que Kioto proponía para EEUU en el horizonte del 2012 (–8%), pero sin dudas es un gran avance con respecto a las políticas de George Bush.

Obama piensa en verde
La lucha contra el cambio climático ha sido una de las prioridades en la agenda de Obama desde su llegada a la Casa Blanca. Sus manos están atadas, sin embargo, por la falta de una ley aprobada en el Congreso que garantice que sus promesas están respaldadas. De momento, la Casa de Representantes sí ha dado el visto bueno a una propuesta de ley que fijó el objetivo de reducción en el 17% .

El Senado, en cambio, ha retrasado hasta la primavera que viene la votación de cualquier propuesta --que debe consensuarse con la de la Cámara Baja y aprobarse también--. De momento, en la Cámara Alta solo se ha aprobado un texto de un comité que eleva el objetivo de reducción de gases hasta el 20%, pero se anticipa que en el proceso legislativo, para lograr el consenso, la cifra será rebajada.

La experiencia de la Administración de Bill Clinton ­--cuya ratificación del tratado de Kioto quedó anulada por el rechazo del Congreso a cualquier compromiso-- es una lección que ha alimentado hasta ahora las dudas de Obama sobre Copenhague. También han pesado los retrasos de otros estados, como China o la India, de detallar sus planes, objetivos y compromisos.

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