Alice Campello: "Me hicieron 17 transfusiones"

La esposa de Álvaro Morata cuenta cómo estuvo a punto de perder la vida durante el nacimiento de su hija
Alice Campello, esposa de Álvaro Morata, con su pequeña Bella. INSTAGRAM
photo_camera Alice Campello, esposa de Álvaro Morata, con su pequeña Bella. INSTAGRAM

Alice Campello se ha convertido en la madre más feliz desde que vino al mundo su hija Bella, un acontecimiento que estuvo empañado por serios problemas tras el parto. La empresaria italiana de 27 años y esposa del futbolista Álvaro Morata ha contado por primera vez al detalle cómo fue todo aquel episodio tan duro que sufrió después de dar a luz, unas horas en las que pudo incluso perder la vida por una compleja hemorragia.

"Han sido días con muchas emociones diferentes y las estoy asimilando", confesaba la italiana tras salir de la Unidad de Cuidados Intensivos hace unos días y poder abrazar a su bebé. No era para menos, porque tal y como ella misma ha relatado, llegó un momento en el que ni siquiera pensó que pudiese volver a ver a la pequeña porque moriría allí mismo por las complicaciones derivadas del parto.

El día 9 de enero estará marcado en el calendario de la empresaria italiana, por la llegada de su pequeña y por el ser el día que la familia se dio el susto de su vida.

En una entrevista que la modelo concedía el pasado fin de semana al programa Verissimo, en Canal 5 (Mediaset Italia), relató la dramática experiencia que casi le cuesta la vida. Un parto que, en un principio, fue bien, a pesar de requerir de una intervención por cesárea: "El parto salió muy bien y fue el más hermoso, por cesárea, ya que no pude haber elegido otra cosa. Pero tengo la imagen en mi cabeza de levantarme entonces la sábana y ver una hemorragia", recuerda, asegurando que después perdió el conocimiento y se despertó en la Uci, más de diez horas después.

"Tuve una hemorragia fuerte y fue terrible. Los médicos no podían detenerla y permanecí doce horas en el quirófano, donde me entubaron y me hicieron 17 transfusiones de sangre", relataba este sábado durante la entrevista para la televisión de su país.

La mujer de Álvaro Morata explicó que, debido a su delicado estado de salud, la cosa pudo ser mucho peor: "La última esperanza era el globo que me pusieron. Si este no hubiera parado el sangrado, habrían tenido que extirparme el útero y, de lo contrario, habría muerto", narraba en el plató con mucha entereza.

"Álvaro estaba roto. De vez en cuando le escribía cosas para que se calmara. Él me escribió mensajes que me hicieron darme cuenta de lo afortunada que soy. Estuvo muy cerca de mí y me dio un gran amor", dijo en relación al apoyo recibido por su marido en uno de los momentos más críticos de su vida.

Al fin y al cabo, lo que pensaba que iba a ser el día más feliz de su vida, "terminó así", pero ya está sana y salva, y acompañada de su hija Bella, con la que tanto había soñado. "Me lo merecía y siempre lo había querido", dice esta orgullosa madre de cuatro hijos: los gemelos Leonardo y Alessandro, de 4 años, y Edoardo, de 2 años.

Ahora que todo lo ve con más amor, asegura que disfruta mucho más de los pequeños detalles.

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