Alejandra Hernández: "Dejamos ir el potencial de la orina por el váter"

Los trapos sucios han condicionado la historia y esta investigadora lo demuestra en un libro pensado para divulgar y sorprender
Alejandra Hernández.
photo_camera Alejandra Hernández.

Alejandra Hernández se ha metido en las cloacas de la Historia y se ha sorprendido de los hallazgos. Lo cuenta en Esta historia apesta, un libro lleno de curiosidades que pretende analizar el pasado desde un punto de vista inusual.

¡Vaya porquería de libro!
Me hace muchísima ilusión que me lo digas. La higiene a lo largo de la historia siempre se ha tratado desde un punto de vista muy académico y yo quería abordar el tema de un modo más divulgativo, con humor y a la vez desmentir alguna mentirijilla, creencias falsas.

Como que la higiene antes era cosa de ricos.
Exacto. Era un tema más social que de clase. Daba igual rico o pobre. Si no había letrinas ni agua corriente daba igual Versalles que un pueblo de 200 habitantes. Lo que ocurría era que la gente privilegiada tenía más posibilidades de comprar un perfume para disimular el mal olor, de asearse por partes o de cambiar de ropa, que era el método más común para parecer limpio.

Ha sacado los trapos sucios de mucha gente.
Sí, esa es la idea. Pero hablo tanto de la falta de higiene como de la obsesión por ella.

¿Quiénes eran los más limpios?
Los egipcios. Estaban obsesionados por el cuidado personal, por su apariencia, por los olores.

Los egipcios estaban obsesionados por el cuidado personal, por la higiene y los olores

¿Hay algún motivo para esta obsesión?
Sí que hay un motivo y siempre es cultural. En el libro de los muertos de los egipcios aparece detallado cómo debían estar los cuerpos para pasar pulcros al otro mundo y por eso ellos se esmeraban tanto en la limpieza. Incluso tenían una técnica muy pulida para lavar los dientes.

¿Cómo lo hacían?
Utilizaban palillos muy finos y los pasaban entre los dientes, como hacemos hoy con la seda dental.

¿Y los más sucios?
El siglo XVII en general. También hay personajes concretos a lo largo de la historia que fueron muy guarros. Por ejemplo, Felipe V fue uno de los más cochinos porque sufría trastornos mentales y no se aseaba. Y Enrique IV tenía un serio problema de sudoración, agravado por su gusto por practicar deporte y sus numerosos escarceos amorosos.

Felipe V y Enrique IV fueron muy guarros, uno por un problema mental y otro por sudoración

¿Qué es lo que más le ha sorprendido?
Bastantes cosas. He aprendido mucho. Sobre todo el galenismo, la medicina desde Grecia hasta la Edad Media. Estaba muy relacionada con la limpieza. Incidían mucho en la higiene y en la alimentación y en la medicina preventiva. Era lógico prevenir porque tenían pocos remedios.

El libro está lleno de curiosidades.
Sí, además, he dejado lo mejor para el final porque hay un capítulo con anécdotas sueltas que no encajaban en ninguna otra parte del libro.

¿Por ejemplo?
Carlos II tenía una peluca hecha de vello púbico de sus amantes. Todavía se conserva, está en Escocia. O Leonor de Brandemburgo, que tenía trastornos mentales. Mandó extraer el corazón de su marido muerto y lo metió en una caja de oro para dormir con él todas las noches.

Estudiar Historia para centrarse en la mierda...
Sorprende un poco. Todo el mundo me pregunta cómo se me ha ocurrido, pero es que me fascina el tema y la higiene está poco explotada a nivel divulgativo. Además, como historiadora quiero desmentir mitos.

Desmienta alguno.
Isabel la Católica está considerada como uno de los personajes más guarros de la historia y no fue así. Al contrario, tenía obsesión por el aseo y por la limpieza del pelo. Se le atribuye la frase no me cambiaré de camisa hasta que reconquistemos Granada, pero nunca la dijo. Fue su bisnieta Isabel Clara Eugenia quien la dijo con respecto a los Países Bajos.

Cuénteme algo muy interesante para animar al lector.
Los múltiples usos de la orina desde Roma hasta el siglo de oro español. La estamos desaprovechando. Tiene un potencial enorme y lo dejamos ir por el váter.

¿Para qué se usaba la orina?
A lo largo de la historia tuvo múltiples usos, no todos con beneficio comprobado. Por ejemplo, se ha usado como enjuague bucal, pero no sé hasta que punto beneficia. Pero hay otros usos que sí son posibles. Por ejemplo, durante las guerras mundiales, especialmente en la primera, era difícil producir penicilina, así que la extraían de la orina de aquellas personas a las que se les había suministrado para reutilizarla. También se ha usado la orina en distintas épocas para extraer amoníaco para lavanderías, para hacer pan, para extraer salitre... La orina ofrece muchas posibilidades desde el punto de vista de la economía circular.

Sobre la autora
► Alejandra Hernández es graduada en Historia del Arte y especialista en la Edad Media.
► Desde 2018 ejerce como profesora de Geografía e Historia en un colegio de Madrid.
► Su interés por divulgar contenidos del ámbito de las humanidades de una forma amena le ha otorgado un gran número de seguidores en redes sociales, a través del perfil @tecuentounahistoria.

Primer libro
► Tras unos años de publicaciones en diferentes revistas académicas y alguna incursión en el mundo del podcast, Alejandra Hernández se adentra en el mundo literario con su primer libro, consciente de que el gancho de la higiene, por falta o por exceso, le ha dado buenos resultados tanto en las redes sociales como con sus alumnos.

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