Los expertos recetan una actitud positiva para evitar el síndrome postvacacional 

El director del Instituto Europeo de Psicología Positiva de Madrid constata que padecerlo o no depende de factores personales como el momento vital o los recursos psicológicos
Un trabajador. PIXABAY
photo_camera Un trabajador ante un ordenador. PIXABAY

El final de las vacaciones y la vuelta al trabajo pueden traer consigo una serie de síntomas, como tristeza, apatía, falta de motivación e incluso episodios de ansiedad, y que se conocen generalmente como síndrome postvacacional.

A las puertas de un retorno masivo, el director del Instituto Europeo de Psicología Positiva de Madrid (IEPP), Juan Nieto, explica que no todo el mundo sufre este síndrome al volver a la actividad, ya que depende de factores personales como el momento vital de cada uno o de los recursos psicológicos con los que cuenta el individuo.

Entre estos factores está la misma actividad laboral y nuestra relación con ella: "Si me gusta lo que hago, si me motiva, si a la vuelta de vacaciones tengo mucho trabajo acumulado y eso me estresa" —apunta el director del IEPP—, "todo eso influye y hace que el cambio de las vacaciones y de lo desconectados que estamos, sea más o menos fuerte". Según Nieto, depende de los recursos personales de los que se dispone para afrontar un cambio, "porque en definitiva es un cambio, y hay que adaptarse a él". 

Nieto apunta que la situación excepcional provocada por la pandemia ha provocado más estrés e incertidumbre

La forma psicológica en la que nos encontremos también va a tener un impacto adicional, ya que una baja autoestima o una percepción de incapacidad personal para desarrollar nuestra actividad laboral nos pueden arrastrar a experimentar este síndrome. Desde el IEPP señalan también que la situación extraordinaria de pandemia que se repite este año, y que para muchos va a significar volver a la presencialidad después de muchos meses de teletrabajo, acentúa la intensidad de los cambios. 

"Hay mucho más estrés, mucha más incertidumbre, porque la gente está en momentos vitales pausados: el miedo, las propias condiciones de trabajo, están en un limbo y esto genera mucho estrés", ha indicado el psicólogo, destacando que a raíz de la pandemia llegan más casos de ansiedad a su consulta. Por otra parte, Nieto incide en que, si bien atiende más casos de ese tipo, los pacientes manifiestan una mayor resiliencia y crecimiento personal.

Desde el IEPP aconsejan adoptar una actitud optimista de cara a la vuelta a la actividad, centrándose en el ocio y la relajación vacacional, al tiempo que incorporamos aquellos hábitos de vida saludable que hemos adoptado durante el periodo de descanso.

Además, Nieto anima a hacer uso del humor y a centrarse en aquellos momentos agradables o felices que vinculamos con la actividad laboral.

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