Un total de 17 bebés gallegos recien nacidos recibieron los cuidados de una familia ajena durante su primer mes de vida a lo largo de 2008, hasta el momento en que la madre biológica renunció definitivamente a su hijo y decidió entregárselo a unos padres adoptivos.
Este acto de bondad es resultado del programa de Acollemento Familiar desarrollado por la Cruz Roja en colaboración con la Vicepresidencia de la Xunta de Galicia. El objetivo de la iniciativa, puesta en marcha en 2005, es evitar la "institucionalización" del retoño en un centro de menores y ofrecerle cuidados "individualizados" a un ser que necesita una atención constante. Así lo explica la Responsable autonómica del programa y miembro de la Cruz Roja, Cristina Alles.
La mujer que decide renunciar a la maternidad dispone de treinta días antes de ratificar la adopción. Tiempo suficiente para cambiar de opinión y volverse atrás. Con todo, durante el año pasado se registró un único caso en la provincia de A Coruña. En ese periodo es donde entra en acción la familia de acogida, una especie de ángeles caídos del cielo que protegen y cuidan al bebé como si fuera su propio hijo, eso si, conscientes de que se trata de una operación "temporal y con retorno".
En todo caso, la experiencia "no es un punto a favor". Para ser los elegidos, no es necesario que los "papás por un mes" sepan cambiar pañales, preparar el biberón, o cantar una nana, basta con las ganas, la ilusión y la responsabilidad.
A este respecto Cristina Alles mantiene que el punto "más importante" es la dedicación plena a la criatura, una cuestión complicada si mujer y hombre viven entregados a su trabajo. Otro aspecto a tener en cuenta, aunque en un segundo plano, es la situación económica que atraviesa la familia, que debe ser "cómoda y estable".
Padres 'idóneos'
Un grupo de técnicos de menores son los encargados de decidir si los candidatos a padres de acogida están preparados para el reto que deciden afrontar. Así, estos colectivos, formados por psicólogos, trabajadores sociales, pedagogos y educadores sociales, realizan una serie de entrevistas y analizan los documentos que justifican la situación familiar. Todo ello se completa con un curso de formación en el que se enseñan las claves de una buena atención para el retoño que llega a casa. De este modo pasan de ser candidatos a próximos padres "validos e idóneos".
Por su parte, la labor de los trabajadores sociales y psicólogos de la Cruz Roja consiste en informar sobre el programa a los interesados y asignar una familia a cada bebé. Además, durante la acogida visitan el hogar familiar en dos ocasiones, llaman por teléfono cada semana y acompañan a los padres a las consultas con el pediatra.
Datos
Un total de 141 niños fueron acogidos por 106 familias desde el pasado 31 de enero en las cuatro provincias. Desde la puesta en marcha del programa hace cuatro años, se contabilizaron 830 acogimentos.
En el caso de la atención de bebés por un mes, durante 2008 fue A Coruña la provinia que registró un mayor número de casos con un total de diez, seguida de Pontevedra con cinco, uno en Lugo y otro en Ourense.
Con todo, en la actualidad unos 24 niños continúan esperando por una familia que les abra las puertas de su hogar y los cuide por un tiempo. Es por ello que Cristina Alles demanda la colaboración de más padres solidarios que quieran contribuir a darles a estos menores “su derecho a disfrutar de un ambiente familiar”.
Y existe esa bondad de dar a un ser todo lo que necesita sin recibir nada a cambio, porque hai familias que repiten la experiencia hasta convertirse en verdaderos padres especializados.
