El pleno de Sarria vivió este jueves una situación poco habitual, y no solo por ser la primera sesión presencial tras varios meses de celebraciones telemáticas, sino porque el alcalde tuvo que hacer uso en dos ocasiones de su voto de calidad para desempatar e inclinar la balanza hacia el gobierno, rechazando dos mociones del PP.
La ausencia de cuatro concejales de otros tantos partidos (Reyes Abella de Camiña, Efrén Castro de BNG, Pilar López de PSOE y Jesús Rodríguez de PP) varió el equilibrio de fuerzas y generó sendos empates en las dos propuestas del PP, una de ellas para pedir la apertura del cementerio los domingos y festivos por la tarde, y la otra para reclamar el cambio de ubicación de una marquesina en Aguiada.
El PSOE apoyó la primera y se abstuvo en la segunda y el BNG lo hizo en sentido inverso, absteniéndose en el caso del cementerio y votando a favor de la moción sobre la marquesina. El PP, con cinco ediles en el pleno, logró así seis apoyos en cada caso, los mismos que tenía el grupo de gobierno, de ahí que se repitiesen las votaciones y quedasen finalmente rechazadas las dos peticiones con el voto de calidad de Claudio Garrido.
La moción de la marquesina se vio envuelta en polémica al acusar el portavoz popular, José Antonio García, al concejal de Camiña Sarria José María Escudero de "beneficiar" a un cliente suyo con la colocación de este elemento.
El edil explicó que el Concello hizo cuatro propuestas de ubicación y que la Diputación eligió dos, tras lo cual consideró "totalmente fuera de lugar" el comentario de García. El alcalde también intervino para calificar de "ruin" y de "falta de dignidad" el hecho de "mezclar a un profesional de prestigio con un trato de favor por una marquesina", lo que provocó un intercambio de reproches con el portavoz del PP, quien le respondió que "non ten barra libre para insultar" y que le genera "pena".
En un pleno en el cual Diego López y Mónica López hicieron de portavoces, respectivamente, de PSOE y BNG, sí hubo unanimidad en la moción de Camiña Sarria y Galicia Sempre para pedir al Sergas que amplíe de lunes a viernes las extracciones de sangre en el centro de salud y para que cubra la entrada a este edificio o bien asuma el coste de la carpa que instaló el Concello.
El médico y concejal Benjamín Escontrela señaló que esta carpa, que puso el Ayuntamiento en febrero de este año al no obtener respuesta del Sergas a su solicitud, le ha costado hasta el momento a las arcas municipales 10.940 euros (2.600 de instalación más 834 de alquiler mensual), un gasto elevado, pero "necesario" porque era "inhumano" tener a los pacientes a la intemperie, afirmó.
El PP opinó que una carpa nueva "non custa o que levan pagado por esta", el BNG pidió a la Xunta que "asuma as súas responsabilidades" y el PSOE propuso que el Sergas construya algún elemento de protección "permanente".
