Transcurridos seis años desde la finalización de las obras del edificio de la piscina cubierta de Sarria, la infraestructura deportiva está un poco más cerca de abrirse al público al recibir alrededor de 220 taquillas y bancos para equipar la zona de vestuarios.
El material, que incluye también una serie de mamparas, tuvo un coste de 36.300 euros, financiados con cargo al plan único de la Diputación del pasado año.
El suministro de este mobiliario fue adjudicado a la empresa Galmédica, que obtuvo la mejor puntuación en un concurso al que concurrieron 13 firmas y que ofreció una garantía de 120 meses.
Las nuevas taquillas y bancos fueron ya instalados, dando un paso más de cara a una apertura que el Concello prevé realizar en el plazo de un mes. Será un estreno parcial, en el que estará disponible la zona de natación (con un vaso para adultos y otro infantil) mientras queda pendiente de equipar el espacio del gimnasio.
Las tarifas para usar la piscina contemplan abonos que van desde los 15 hasta los 45 euros al mes
Para poner en marcha la infraestructura, el Ayuntamiento recurrirá a un contrato menor. Además, dispone de una partida de 33.000 euros, procedentes de una modificación de crédito autorizada por el pleno, que servirán para contratar el servicio de socorrismo y comprar material de limpieza y suministro para las calderas.
Personal municipal se encargará de cobrar la entrada a estas instalaciones, que en principio abrirán unas 40 horas semanales, repartidas en seis días y con horario de mañana y tarde.
Las tarifas para usar la piscina fueron aprobadas en el pleno de finales de agosto y contemplan abonos que van desde los 15 hasta los 45 euros al mes en función de la edad de los usuarios y el número de miembros de la familia. La entrada individual costará 3,65 euros, que bajará a 2,13 para niños. También habrá la posibilidad de adquirir bonos para 10 o 20 baños. En estas tasas se incluyen servicios que por ahora no estarán disponibles, por lo cual el gobierno estudia cómo gestionarlo.
Queda por delante finalizar el equipamiento, cuyo coste ronda, según varios informes, entre 170.000 y 259.000 euros
CRISTALERA. Según explicó el concejal de deportes, Félix Seijas, antes de la entrada en servicio de la piscina habrá que reparar los daños en la cristalera del edificio, que fue objeto de los vándalos en varias ocasiones. Además, el Concello está en conversaciones con Fenosa para instalar un nuevo transformador para dar suministro a este inmueble.
La apertura de las instalaciones al completo todavía tendrá que esperar un largo tiempo. Entre otros aspectos, queda por delante finalizar el equipamiento, cuyo coste ronda, según varios informes, entre 170.000 y 259.000 euros, sumas a la que habrá que descontar los 36.300 ya invertidos en las taquillas y bancos. Será necesario avanzar también en el modelo de gestión (en principio está aprobada una fórmula directa) y elaborar los pliegos para la licitación.
Según los estudios encargados en el último mandato, la piscina tendrá un coste para las arcas municipales de entre 56.000 y 138.000 euros al año tomando como base unos 900 usuarios.
