Varios negocios de Sarria decidieron cerrar por el corte del abastecimiento del agua

El servicio quedó restablecido totalmente nueve horas después de la interrupción, que afectó al 60% de la localidad. Algunos locales pudieron trabajar al tener agua, pero con menor presión

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photo_camera Operarios trabajando en Diego Pazos. PORTO

SARRIA. El anunciado corte de agua por las obras de la Rúa Diego Pazos de Sarria, el cual afectó entre el 60 y el 70% de la localidad, llevó a que ayer varios negocios optaran por no abrir al público.

La interrupción del suministro se produjo a las diez de la mañana y el servicio quedó totalmente restablecido a las siete y media de la tarde. La actuación afectó a un tramo de 25 metros de la tubería general en Diego Pazos, lo que llevó a que se viera afectada por el corte una gran parte de la localidad. La antigua canalización de fibrocemento fue cambiada por otra de polietileno.

Entre los establecimientos que optaron por no abrir sus puertas se encontraron principalmente bares, ya que la falta de abastecimiento impide, por ejemplo, servir cafés. También decidieron no abrir alguna peluquería y tintorería. Así lo anunciaron en sus puertas con carteles, en algunos casos acompañados del bando que emitió el Ayuntamiento comunicando el corte.

Sin embargo, la gran parte de los negocios optaron por abrir y continuar trabajando y algunos pudieron hacerlo porque en varias zonas había agua, aunque con una menor presión. Esto se debió a que se continuó introduciendo en las canalizaciones para evitar que estas quedaran vacías y se generaran bolsas de aire, que podrían producir roturas en las tuberías, según informaron fuentes de la empresa concesionaria del servicio de abastecimiento en Sarria, Espina y Delfín.

Desde esta empresa indicaron que, a raíz del corte, durante uno o dos días el agua puede salir turbia y que se encuentran limpiando las canalizaciones.

Alguna empresa optó por hacerse con depósitos

Ante el anunciado corte de abastecimiento algún negocio optó por hacerse con depósitos de agua para continuar trabajando. Es el caso de la cafetería-pastelería Ousá, donde se hicieron con uno de mil litros, aunque decidieron cerrar los aseos.

Por su parte, en el hotel y restaurante Alfonso IX indicaron que disponen de un aljibe de 20.000 litros con el que pudieron atender a los clientes al no estar completo el establecimiento. Sin él «teriamos que pechar», apuntaron. Se quejaron de que el corte fue «demasiadas horas seguidas».

En el hotel Villa de Sarria señalaron que no tuvieron problemas al no no estar previsto que les llegaran los huéspedes hasta las nueve de la noche.

Por su parte, en alguna peluquería continuaron abiertos, aunque comunicando a los clientes que no podían lavar.

 

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